Primero que nada, ¿podemos dejar de llamarlos ‘teléfonos celulares’ y simplemente decirles ‘teléfonos’? Y mientras estamos en eso, aceptemos que tanto los adultos como los adolescentes están apegados a estos dispositivos de una manera que hubiese sido inconcebible hace tan solo 10 años.
Los beneficios y placeres de estar conectado a toda hora no están libres de riesgos, a los cuales los niños son particularmente vulnerables. A continuación, te describimos tres de los riesgos principales a tener en cuenta, además de consejos para fomentar un uso más seguro de los teléfonos celulares (eh, teléfonos) para toda la familia.
Conducir distraÃdo es mortal
De acuerdo con un (enlace en inglés) detrás del volante, y es posible que esa sea una estimación baja. En otra encuesta, casi la mitad de los estudiantes de escuela secundaria de EE. UU. confesó haber enviado mensajes de texto mientras conducÃan en los últimos 30 dÃas. Y un sondeo de 2016 de la aseguradora State Farm indicó que el 41 por ciento de los conductores jóvenes reportó haber revisado sus redes sociales mientras conducÃan y casi un tercio indicó haber publicado estados desde el asiento del conductor.
No hay duda de que esta pandemia de conductores distraÃdos tiene consecuencias mortales. De acuerdo con las (enlace en inglés), 3.477 personas mueren anualmente en accidentes relacionados con distracciones y casi 400.000 resultan heridas. Según una encuesta reciente de la investigación, (enlace en inglés), y conducir con el teléfono celular en la mano hace que los adolescentes sean de tres a cuatro veces más propensos a estar involucrados en un accidente.
Para los usuarios de Android, la aplicación ayuda a prevenir que los conductores envÃen mensajes de texto, correos o utilicen las redes sociales mientras manejan al bloquear el teléfono inteligente y todas las aplicaciones una vez que el vehÃculo se enciende (el sistema de Surete permite que los usuarios hagan llamadas de emergencia, utilicen el sistema de navegación y otras aplicaciones aprobadas por el administrador).
Para los usuarios de iPhone, la aplicación (enlace en inglés) está diseñada para monitorear los viajes en familia y registrar cuánto tiempo pasan conduciendo sin distraerse. Si todos conducen de forma segura, la familia gana puntos que pueden ser canjeados por dinero o premios.
El apego puede convertirse en adicción
Mientras más se escribe sobre cómo estos dispositivos están deliberadamente (enlace en inglés), los padres tienen buenos motivos para preocuparse. El adolescente promedio pasa nueve horas al dÃa utilizando medios electrónicos, de acuerdo con una de Common Sense Media. Dicha encuesta también descubrió que la mitad de los adolescentes se sentÃan adictos a sus teléfonos y un 78 por ciento los revisaba cada hora o más. Múltiples estudios han conectado las relaciones adictivas con los dispositivos móviles a problemas de salud mental en los adolescentes, incluyendo depresión, ansiedad y sueño interrumpido. La neurociencia nos indica que los cerebros en desarrollo de los preadolescentes y adolescentes (enlace en inglés) los hacen particularmente vulnerables tanto a la adicción como a las crisis de salud mental.
Debido a que los adolescentes usan sus teléfonos para todo, desde las tareas escolares hasta socializar y transportarse, puede ser difÃcil diferenciar entre el uso que es apropiado y beneficioso por un lado, y el obsesivo por el otro. Las señales de alerta incluyen excluirse de las interacciones en persona con amigos y familia por pasar el tiempo con los dispositivos e ignorar otras actividades y responsabilidades. Un paso clave que los padres pueden seguir es inculcar un horario lÃmite para usar los teléfonos celulares para todos en la familia.
La radiación tiene sus riesgos
Desde que apareció el primer teléfono móvil se ha debatido si la emitida por los teléfonos celulares causa cáncer. Si bien algunos estudios han encontrado vÃnculos estadÃsticamente significativos entre el riesgo de cáncer y el uso a largo plazo de teléfonos celulares, otros estudios no han encontrado tales vÃnculos. Y aún no se conoce el efecto de estas ondas en los cerebros en desarrollo de los niños. Debido a que es mejor prevenir que lamentar, incentiva la adopción de hábitos seguros por parte de todos los miembros de la familia.
En el 2017, el estado de California emitió unas normas (enlace en inglés) para limitar la exposición a la energÃa de radiofrecuencia de los teléfonos celulares. El uso seguro incluye:
- Al dormir, mantén tu teléfono alejado del cuerpo a unos cuantos pies de distancia;
- Al esperar que carguen videos o audios, mantén el dispositivo alejado de tu cuerpo y cabeza;
- Si estás hablando por teléfono, utiliza audÃfonos en lugar de sostener el teléfono cerca de tu cabeza;
- Al estar en un vehÃculo que se mueve rápidamente o en tránsito veloz, utiliza el modo avión ya que tu teléfono emite más energÃa de radiofrecuencia para mantener la conexión mientras cambia de una antena de servicio a otra.
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