Tu hijo está acostumbrado a tomar exámenes. Pero en la escuela secundaria, los riesgos son mayores. Los exámenes determinan si tu hijo avanza del álgebra a la geometría, se gradúa de la escuela secundaria o es aceptado en la universidad de su preferencia. ¡No es de sorprender que los adolescentes se estresen por los exámenes! Así puedes ayudar.
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Supervisa el progreso en clase de tu hijo
La cantidad de supervisión que tu hijo necesita depende de su edad, madurez y cuán buenas son sus habilidades para estudiar. Descubre los mejores momentos y formas para contactar a sus maestros. Pídeles sus opiniones regularmente y pregúntales cómo puedes ayudar a tu hijo en casa.
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Revisa los exámenes luego de que tu hijo los tome
Esto te mostrará si hay conceptos que aún no entiende. Pregúntale a tu hijo si sabe cómo fue capaz de obtener la nota que obtuvo o cómo obtener una nota mejor la próxima vez. Si obtiene un 80 por ciento en un examen de redacción y el único comentario del maestro es “bien hecho”, no se obtiene mucha información. ¿Qué hizo bien? ¿Qué tiene que hacer para obtener un 100 por ciento? Muchos maestros utilizan “criterios” o guías de evaluación para mostrarles a los estudiantes cómo funcionan las diferencias entre A, B y C. Los criterios pueden desglosar áreas más subjetivas (como la redacción) en componentes que los estudiantes pueden entender más fácilmente.
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Averigua cómo se utilizan los resultados de los exámenes
Pregúntale al maestro cómo utiliza los resultados de los exámenes para ajustar sus planificaciones o métodos de enseñanza. ¿El maestro repasa los exámenes luego de entregarlos para que los estudiantes tengan la oportunidad de aprender de ellos? Pregúntale al director cómo utiliza la escuela los exámenes estandarizados para mejorar el aprendizaje y la enseñanza, además de cómo se maneja la brecha de éxito entre los diferentes grupos de estudiantes.
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Averigua cómo preparan los maestros a los estudiantes para los exámenes estandarizados
Al momento de prepararse para los exámenes estandarizados, los estudiantes deben entender cuál es el propósito del examen. Los maestros deben integrar habilidades y estrategias para tomar exámenes en su enseñanza de forma regular. Por ejemplo, las habilidades que se necesitan para contestar preguntas en un examen de comprensión de lectura con éxito (gestión del tiempo, entender la pregunta y descubrir el punto principal de la lectura) son las mismas que tu hijo necesitará en muchas clases en los años por venir.
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Asegúrate de que la escuela también evalúa a los estudiantes de otras formas
Los exámenes no proporcionan una perspectiva completa de tu estudiante. No miden su capacidad como artista o pensador creativo. Por ello, algunas escuelas también utilizan una “valoración de portafolios” para evaluar a sus estudiantes. Los estudiantes recopilan muestras de sus proyectos o informes en portafolios. Las reflexiones del estudiante sobre lo que aprendió son parte del portafolio. Ya sea que la escuela de tu hijo utilice una variación de la valoración de portafolios o no, debe ser evaluado con algo más que los resultados de sus exámenes. Tu hijo debe recibir una variedad de tareas, desde trabajos de investigación hasta escritura creativa y proyectos de ciencias para ayudarle a convertirse en un estudiante activo y practicar las habilidades que no se reflejan en los exámenes.
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Haz preguntas antes del examen
Antes de un examen, tu estudiante debe conocer el formato del examen y el material visto: si necesita demostrar su trabajo para los problemas matemáticos y si será penalizado por adivinar en un examen de opción múltiple. Si un maestro no proporciona suficiente información para ayudarle a tu hijo a prepararse, programa una cita para hablar con el maestro.
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Enséñale buenas estrategias para tomar exámenes
Cuando tu hijo se siente a tomar un examen, asegúrate de que sepa hacer lo siguiente:
• Evaluar el examen antes de comenzar a trabajar en él, tomando en cuenta la cantidad de puntos por cada pregunta. Luego, debe estimar rápidamente cuánto tiempo utilizará en cada sección.
• Leer la pregunta con atención para que entienda lo que se le está preguntando. Debe saber qué hacer si le piden comparar (identificar similitudes y diferencias), contrastar (mostrar diferencias), resumir (relatar de forma concisa sin detalles) o demostrar (respaldar un punto de vista con hechos).
• Responder las preguntas fáciles primero. Luego, regresar a las difíciles.
• Elegir la opción de forma inteligente en preguntas de opción múltiple descartando una o más respuestas incorrectas.
• Para preguntas de respuestas cortas, tener en cuenta que el maestro espera algo específico de la lectura asignada o sus clases.
• Utilizar todo el tiempo. Si termina, debe revisar sus respuestas. -
Recuerda que todos los exámenes evalúan la comprensión de lectura
Si a tu estudiante se le dificultan los exámenes, habla con el maestro sobre si es posible que tenga un problema de lectura. Es posible que pueda leer palabras individuales, pero que tenga problemas con las habilidades de lectura avanzada que los estudiantes de escuela intermedia y escuela secundaria necesitan para resumir, analizar y predecir. Ten libros, revistas y periódicos en casa para fomentar la lectura en tu hijo y deja que te vea leyendo también. Los chicos mayores siguen viendo a sus padres como modelos a seguir, ¡incluso si no quieren admitirlo!
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Mantenerse saludable
Intenta asegurarte de que tu hijo tenga una dieta balanceada y descanse bien, y fomenta una actitud saludable también. Incentiva a tu hijo a dar lo mejor de sí mismo y habla con él sobre los miedos que pueda tener por un examen si está demasiado ansioso.
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Mantén las cosas en perspectiva
Los exámenes solo son una forma de medir el desempeño de tu hijo en un día en particular. No saques conclusiones por un puntaje en un examen y pregunta si la escuela toma decisiones respecto a tu hijo con base en un solo examen.
Translated by: SpanishWithStyle.com