Pero según la , 1 de cada 5 niños en edad de escuela intermedia ha enviado o recibido un mensaje relacionado con el sexo o la desnudez. Cuando los (enlace en inglés) a más de 1.300 estudiantes de escuelas intermedias en Los Ángeles, un 20 por ciento reportó haber recibido mensajes de índole sexual. Dichos números sugieren que a pesar de que podría tratarse de un porcentaje pequeño de estudiantes de escuela intermedia que adoptan la mencionada conducta, esta se presenta a edades más tempranas de lo que los padres podrían esperar. Lo más probable es que esté ocurriendo en la escuela de tu preadolescente.
¡Mi hijo nunca enviaría mensajes con contenido sexual!
Probablemente, asumes que tu infantil preadolescente dista de estar listo para realizar intercambios eróticos a través de mensajes de texto, ¡y tienes razón! Sin embargo, eso no garantiza que no lo esté haciendo. Es posible que los preadolescentes y adolescentes que envían fotografías de desnudos no estén motivados necesariamente por interés en el sexo. Puede que los preadolescentes más jóvenes ni siquiera entiendan por qué alguien les pediría fotografías donde aparecen sin ropa.
“Muchos adolescentes emplean el uso de imágenes para conseguir validación”, explica Brisa Ayub, Productora de Contenido de (enlace en inglés). El deseo de obtener validación de sus semejantes es completamente normal a su edad, indica Ayub. “Los niños publican fotos en las redes sociales para recibir ‘l’ o no. No se trata de una conducta sexual”.
Desafortunadamente para los preadolescentes, las intenciones inocentes no les protegerán de las posibles consecuencias. Puede que tu hijo esté imitando lo que ve en los medios de comunicación o incluso explorando la intimidad a través de formas que se sienten más seguras que una conversación en persona. Sin embargo, tan pronto envíe una foto donde aparece sin ropa o de índole sexual, la situación tiene el potencial de salirse de control.
Una actividad peligrosa
Enviar una foto sexy podría no parecer gran cosa para tu preadolescente o adolescente, sobre todo si confía en la persona que la recibirá. Sin embargo, todos sabemos que, tras ser enviadas, las fotos no pueden ser recuperadas. Tu hijo no tiene control sobre a dónde son reenviadas. Puede que sean enviadas a toda la escuela y más allá.
Aparte de la vergüenza que dicha práctica podría causar, tu hijo podría estar relacionándose sin saberlo con un adulto que finge ser contemporáneo con él. Además, puede que accidentalmente termine transgrediendo leyes que están diseñadas para protegerlo, las cuales aplican no solo para adultos, sino también para niños. “Hoy en día, en la mayoría de estados, si envías un mensaje que contenga una fotografía de tu pareja o de ti mismo desnudo, puedes ser acusado de distribuir pornografía infantil”, explica Jen Hanley, Director de Leyes y Políticas del (enlace en inglés). “Puedes ser acusado por el simple hecho de poseer tal contenido. La decisión depende por completo de los fiscales. Se han visto casos donde los fiscales han intentado acusar a niños incluso si las fotos fueron enviadas bajo mutuo acuerdo”.
Niños enviando mensajes de texto con contenido sexual y el sexo precoz
Una encuesta realizada por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, la cual fue publicada en la edición de julio del 2014 de la revista Pediatrics, descubrió que los niños de edades comprendidas entre 10 y 15 años que reportaban recibir mensajes de índole sexual mostraban una tendencia seis veces superior a reportar una vida sexual activa, en comparación a sus compañeros que no recibían dicha clase de mensajes. No resulta claro si esto significa que enviar mensajes de índole sexual representa un factor de riesgo para la actividad sexual precoz. Sin embargo, lo que está claro es que las conversaciones sobre ambos temas resultan imperativas. No esperes por el primer romance, la escuela secundaria o incluso la pubertad. “La conversación sobre los mensajes de contenido sexual debería ocurrir tan pronto como el niño adquiera un teléfono”, afirma el autor principal del estudio, Eric Rice, profesor asistente en la escuela de labor social de la Universidad del Sur de California.
Cómo iniciar la conversación sobre “sexting”
No existe una solución técnica perfecta para prevenir que los niños envíen mensajes con contenido sexual, aunque herramientas como Bark o Visr pueden alertar a los padres si su hijo envía o recibe mensajes con fotos o lenguaje explícito. Ni siquiera revisar el teléfono de tu hijo con regularidad representa una medida de seguridad infalible, a menos que seas diestro en el manejo de las aplicaciones de mensajería más modernas que tu hijo y sus amigos están usando. Por suerte, lo que necesitas no es una solución técnica. Se trata de una buena conversación a la antigua.
“Comprueba si el niño está familiarizado con el tema”, indica Hanley. “Si han ocurrido incidentes en la escuela, tal hecho podría cambiar la conversación. Sin embargo, inicia con una conversación básica sobre el respeto y la responsabilidad. Este es tu teléfono. Eres responsable de lo que suceda en él. Además, incluso si se trata de una conversación que incomoda a los padres, explícale que existen los mensajes de contenido sexual y que las personas podrían intentar enviar o solicitarle fotografías”.
Como la mayoría de conversaciones importantes con tu hijo, la relacionada a los mensajes de contenido sexual necesita ser constante y progresiva. Pregúntale si existen casos de niños enviando mensajes con contenido sexual en la escuela. Aborda el tema cuando tu adolescente comience a tener citas. Habla sobre ambas partes (solicitar y enviar fotos). Su pareja no debería pedirle fotos. Él tampoco a ella. Y si alguien le envía a tu hijo una foto que él no ha pedido, debería saber que debe eliminarla y nunca distribuirla.
Los mensajes de texto coquetos podrían ser un buen método de práctica para el romance en persona. Sin embargo, hablar con tu hijo sobre las consecuencias de los mensajes con contenido sexual puede ayudarle a evitar cometer errores de los que se arrepentirá.
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