“Tengo las palabras revueltas en la cabeza. Me siento confundida. Me enredo al escribirlas y no puedo seguir”. — Niña de quinto grado con dificultades de aprendizaje.

Escribir es difícil. La mayoría de escritores podrían sentirse identificados con la frustración expresada por esta niña. Escribir es un proceso complejo que depende de:

  • Nuestro conocimiento del tema
  • Nuestra capacidad de anticipar las necesidades del lector
  • Nuestra capacidad de organizar la información de manera lógica
  • Nuestra habilidad de encontrar las palabras adecuadas
  • Nuestra capacidad de evaluar nuestros esfuerzos
  • La perseverancia de seguir trabajando

Los escritores tienen que fijarse objetivos, integrar los múltiples procesos cognitivos y sociales involucrados y monitorear su progreso. Los estudiantes con dificultades de aprendizaje no son los únicos que tienen problemas con la escritura. De hecho, (enlace en inglés) que solo el 27 por ciento de estudiantes de octavo grado y el 27 por ciento de estudiantes doceavo grado dominan la escritura. Sin embargo, en el caso de los estudiantes con dificultades de aprendizaje, las dificultades son incluso mayores. En comparación con los compañeros que tienen un desempeño normal, los estudiantes con dificultades aprendizaje tienen:

  • Menos conocimiento sobre la escritura
  • Menos habilidades lingüísticas
  • Problemas considerables con la ortografía y caligrafía
  • Estrategias menos efectivas para la escritura

Por consiguiente, sus composiciones son más cortas, menos organizadas y coherentes. Con más errores gramaticales y ortográficos, y de menor calidad en general.

A menudo, los padres se preguntan qué tan relacionadas están las dificultades de lectura y las dificultades de escritura. La lectura y escritura son habilidades lingüísticas íntimamente relacionadas; las investigaciones demuestran una correlación importante entre el desempeño en la lectura y en la escritura. La mayoría de lectores deficientes también tienen problemas con la escritura. Sin embargo, lo contrario no siempre es verdad. Los siguientes aspectos pueden generar problemas con la lectura, independientemente de los problemas que existan con la lectura:

  • Problemas de motricidad fina que afectan la caligrafía
  • Problemas de atención y autorregulación que afectan la persistencia y la ǰԾó
  • Motivación limitada
  • Instrucción limitada

Además, algunos estudiantes que superan los problemas con la lectura siguen teniendo problemas con la ortografía y la escritura. Por lo tanto, es importante que se evalúen los problemas de escritura de tu hijo, además de cualquier problema de lectura, de manera que pueda brindársele una enseñanza de escritura cuidadosamente diseñada.

El desarrollo de la escritura y los problemas de escritura

“Escribir bien implica llenar una o dos páginas, usar puntos, mayúsculas, sangrías, párrafos, cuidar la ortografía… y eso es todo lo que tengo que decir al respecto”. — Estudiante con dificultades de aprendizaje.

Tal como ilustra esta cita, muchos estudiantes con dificultades de aprendizaje están tan preocupados por las mecánicas de la escritura que equiparan la buena escritura con la falta de errores. Las escuelas tienen que evitar cometer el mismo error al evaluar los problemas de escritura de un estudiante o al planificar la enseñanza de escritura. Aunque los problemas a nivel mecánico y ortográfico son altamente visibles, de hecho, los estudiantes con dificultades de aprendizaje tienen problemas en todos los aspectos de la escritura. En esta sección, resumo los conocimiento y habilidades que los estudiantes deben dominar para considerarse buenos escritores, y discuto los problemas de escritura en cada área. El modelo de Hayes y Flower brinda un esquema para considerar los componentes de la escritura. El modelo incluye:

  • El contexto social de la escritura
  • El conocimiento del escritor
  • La planificación del texto
  • La producción del texto
  • La autoevaluación del texto producido
  • El autocontrol respecto al proceso de escritura

El contexto social

La escritura es un proceso tan social como cognitivo. Fuera de la escuela, la gente escribe principalmente para comunicarse con los demás y con algún propósito en mente. Tanto el contexto que lleva a la gente a escribir como las formas en que lo hacen son determinados por propósitos y convenciones sociales. Compartimos noticias y contamos historias personales a nuestros amigos mediante cartas, intentamos persuadir a otras personas enviando cartas a los medios y presentamos nuestras quejas dirigiéndole una carta a la empresa. En casa, puede que los niños escriban historias, envíen correos electrónicos a sus amigos y chateen por internet. La mayoría de estos tipos de escritura son tan interactivos como una conversación; es decir, obtenemos una respuesta de la persona a la que le escribimos.

Los buenos escritores toman en cuenta a su audiencia y al propósito e intentan adaptar su contenido, ǰԾó e idioma para comunicarse de manera efectiva. Los estudiantes con problemas de aprendizaje y otros escritores con problemas suelen ignorar a la audiencia y abordan la escritura como un mero asunto de escribir lo que conocen sobre algún tema. Una explicación parcial para ignorar a la audiencia es que la dificultad de plasmar las palabras en el papel les roba toda la atención. Otra explicación es que podrían no tener suficiente experiencia escribiéndoles a personas reales de las que reciban una respuesta.

La mayoría de la escritura escolar va dirigida a una audiencia de una sola persona (el maestro) con el propósito de mostrar lo que el estudiante ha aprendido (por ejemplo, pruebas, oraciones con palabras del vocabulario académico). Para aprender a escribir bien y para desarrollar motivación para la escritura, los estudiantes necesitan oportunidades de escribir y publicar sus obras para otras personas que no sean su maestro.

El conocimiento sobre el contenido y la escritura

Tal como ocurre con la comprensión lectora, el conocimiento del contenido es un factor crucial en la escritura. Una de las razones por la que los estudiantes con dificultades de aprendizaje tienen problemas con la escritura es que han leído menos que otros estudiantes y tienen menos conocimiento general del que valerse. Además, en las asignaciones que exigen a los estudiantes que lean un contenido para luego escribir sobre ello, aquellos estudiantes con dificultades de aprendizaje tienen más problemas para obtener información de la lectura. Además, los estudiantes que dominan la lectura tienen un conocimiento amplio sobre la escritura en sí. Por ejemplo, conocen las distintas formas o géneros de escritura y se valen de este conocimiento para crear contenido y organizar su escritura. Los estudiantes con dificultades de aprendizaje tienen menos conocimientos sobre los propósitos y las formas comunes de la escritura.

Habilidades de transcripción

La producción de texto, en el modelo de Hayes y Flower, incluye la transcripción y la generación de lenguaje. En este artículo las abordaremos de manera individual por su importancia para los escritores con dificultades. Las habilidades de transcripción incluyen todos los procesos involucrados en plasmar las oraciones en el papel: la ortografía, la caligrafía o mecanografía y la puntuación. Cuando un estudiante tiene que prestarle mucha atención a estos asuntos menores de transcripción, les queda menos capacidad mental para manejar asuntos más críticos de composición. Por ejemplo, cuando un estudiante deja de enfocarse en la ortografía o en la formación de letras, esto interfiere con el razonamiento sobre lo que está intentando comunicar con su escritura.

Para quienes dominan la escritura, los procesos de transcripción son relativamente automáticos. En contraste, los escritores jóvenes y los escritores con problemas de todas las edades dedican una cantidad considerable de atención a los procesos de transcripción. Las investigaciones demuestran claramente que los problemas de transcripción influyen en la calidad de la escritura de una persona. La buena ortografía y la buena caligrafía son relacionadas con la calidad de la escritura a lo largo de los años de la escuela primaria. Cuando a un estudiante con dificultades de aprendizaje se le permite dictar el texto, de manera que no tenga que preocuparse por la transcripción, producen mejores composiciones de las que son capaces con su propia letra. Además, la enseñanza en materia de caligrafía u ortografía en los primeros grados aumenta la calidad de la escritura de los estudiantes.

Habilidades lingüísticas

La buena escritura exige un vocabulario más variado y una sintaxis (o estructura de oraciones) más compleja que el lenguaje oral. Tanto la lectura como la escritura exige conocimiento de vocabulario y sintaxis, pero la escritura les exige más a los estudiantes ya que deben producir el vocabulario y las oraciones en lugar de solo entenderlas. Los textos expositivos en particular son muy exigentes respecto al vocabulario y al conocimiento sintáctico de los estudiantes. Muchos estudiantes con dificultades de aprendizaje tienen problemas con la estructura de las oraciones. Además, el vocabulario se desarrolla a través de la lectura exhaustiva, por lo que la lectura limitada puede afectar el vocabulario de manera negativa.

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Los buenos escritores manejan un alto grado de planificación y cuentan con estrategias efectivas para ello. El modelo de Hayes y Flower incluye tres tipos de actividades principales a nivel de planificación:

  • Primero, los buenos escritores fijan objetivos generales y específicos para su escritura, basándose en la audiencia y en el propósito. Por ejemplo, para escribir este artículo, partí del objetivo general de brindar información de utilidad sobre la enseñanza de la escritura para padres de estudiantes con dificultades aprendizaje, y trabajé para definir objetivos específicos sobre lo que quería expresar sobre los procesos y enseñanza de la escritura.
  • Segundo, tienen destreza para generar contenido a partir de sus recuerdos y de información obtenida a través de la lectura y de conversaciones.
  • Tercero, conocen distintas formas o géneros de escritura y usan ese conocimiento para generar contenido y organizar su escritura. Por ejemplo, al dirigir una carta a un medio de comunicación, saben que tienen que proporcionar motivos y evidencia que respalden su punto de vista.

Por el contrario, los escritores con dificultades realizan una planificación mínima. Prestan poca atención a los objetivos y a la audiencia y no conocen formas de escritura que les sirvan de guía. En lugar de ello, muchas veces abordan las tareas de escritura como si no fueran más que un recuento del conocimiento que el autor posee sobre el tema, en el orden que se le ocurra al momento. A menudo, este enfoque los lleva a generar poco contenido y a organizarlo de manera deficiente.

Evaluación y corrección

Los buenos escritores evalúan y corrigen su trabajo a lo largo del proceso de escritura. Reorganizan sus ideas, cambian de opinión, descartan secciones enteras de un texto y analizan detenidamente si están cumpliendo sus objetivos. El proceso de evaluación y corrección está respaldado por su conocimiento exhaustivo sobre los estándares de escritura y por la buena comprensión lectora que le permite detectar posibles problemas.

La mayoría de escritores en edad escolar, e incluso los escritores promedio, no corrigen mucho. Los estudiantes con dificultades de aprendizaje no van más allá de corregir errores gramaticales y hacer pequeñas modificaciones a las palabras. A menudo, cometen nuevos errores al pasar el texto de un papel a otro con el propósito de corregir errores previos. Hay varios motivos por los que no realizan un proceso de corrección más efectivo:

  • Primero, los problemas de comprensión lectora podrían limitar su capacidad de detectar problemas en el texto.
  • Segundo, poseen un conocimiento limitado de los criterios de evaluación a usar durante el proceso de corrección. Por ejemplo, evaluar si la introducción captará la atención del lector, si la ǰԾó resulta clara y está señalada por palabras de transición o si el texto proporciona suficientes detalles.
  • Por último, incluso cuando logran detectar un problema, podrían no ser capaces de solucionarlo debido a sus habilidades de escritura deficientes.

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La escritura es una actividad muy exigente de resolución de problemas, la cual requiere que los estudiantes consideren tanto el contenido como a la audiencia, planifiquen la ǰԾó general del texto, elijan las palabras y generen oraciones, evalúen la escritura con base en múltiples criterios y mantengan la motivación y perseverancia. Incluso los escritores más competentes son incapaces de realizar todas estas tareas a la vez, pero aplican estrategias de autocontrol que les permiten manejar las demandas. Por ejemplo, establecen objetivos, eligen estrategias adecuadas, monitorean su progreso y cambian el enfoque del texto cuando no está funcionando.

Además, han desarrollado métodos para sobrellevar las dificultades y para mantenerse motivados y enfocados. Por ejemplo, cuando me siento bloqueado, evito desmotivarme recordándome que escribir es difícil para la mayoría de las personas. A veces, dejo de escribir y leo algún artículo viejo para recordarme de lo que soy capaz.

Por el contrario, los escritores con dificultades tienen problemas para coordinar las habilidades y estrategias que conocen, y suelen abrumarse ante las exigencias que involucra la escritura. Ya que tienen muy pocas experiencias positivas con la escritura, se desmotivan con facilidad.

La enseñanza de la escritura

Un buen programa de enseñanza de escritura debería abordar todos los componentes anteriores. Un buen programa de escritura creará un equilibrio entre las oportunidades de que el niño escriba textos que le interesen y las oportunidades de recibir instrucción explícita respecto a las habilidades y estrategias que necesita para dominar la escritura. Los estudiantes necesitan la oportunidad de escribir sobre temas significativos para otra audiencia que no sea el maestro, incluyendo a sus compañeros, padres y otros grupos ajenos a la escuela. Al mismo tiempo, necesitan instrucción explícita en:

  • Las habilidades básicas de caligrafía, ortografía y formación de oraciones.
  • Estrategias para planificar y corregir su escritura.
  • Estrategias de autocontrol durante el proceso de escritura.

Un programa de escritura que omita el contexto social y enseñe la escritura como un ejercicio carente de significado, o un programa que se enfoque por completo en escribir para aprobar un examen, no logrará motivar a los estudiantes ni les ayudará a entender cómo las distintas formas de escritura se relacionan con propósitos específicos. Por otro lado, los escritores con dificultades necesitan instrucción explícita para desarrollar habilidades básicas y estrategias sofisticadas de escritura. En el segundo artículo de esta serie, discutiré los elementos indispensables que debe incluir una enseñanza de escritura efectiva.

References

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