1. Establece una rutina o un horario, incluso si no es estricto

    Puede ser tentador dejar que los adolescentes duerman o dejar que los niños más pequeños pasen un rato viendo televisión antes de comenzar la lección, pero será más fácil mantener a tus hijos enfocados si estableces una rutina parecida a lo que están acostumbrados. Por ejemplo, crea una rutina diaria que enfatice lo académico por la mañana, un tiempo de lectura al mediodía, y proyectos prácticos o al aire libres por la tarde.

  2. Encuentra un lugar tranquilo para trabajar

    Tu mesa de cocina puede convertirse en el centro de operaciones. Pero para algunos niños es mejor estudiar en el escritorio de su habitación, o incluso en el sofá. Siempre y cuando el espacio sea cómodo y relativamente libre de distracciones, es un buen lugar. Algunos niños se enfocan mejor cuando escuchan música. Si pones música, elige algo instrumental, sin voces que distraigan, y no dejes que tu hijo suba el volumen. No permitas el uso de pantallas: la televisión, los videojuegos y las redes sociales entorpecen la concentración, incluso si así es como se hace la tarea hoy en día.

  3. Aborda primero las cosas más difíciles

    “Comenzar primero con las tareas más difíciles permite aprovechar al máximo la energía y el enfoque de tu hijo,” dice la especialista en aprendizaje Janine L. Nieroda-Madden respecto a las tareas. Lo mismo ocurre con el aprendizaje en casa. Si el maestro de tu hijo le ha asignado tareas, dale prioridad a eso. Si hay más flexibilidad, a continuación te presentamos más opciones de actividades a realizar.

    • Cada día elige un conjunto de hojas de trabajo diferente (matemáticas, lectura, ciencias y escritura).

    • Haz que tu hijo aprenda nuevas palabras del vocabulario académico.

    • Échale un vistazo a , una herramienta gratuita en línea para enseñar matemáticas (y otras materias también). Para comenzar, haz clic en “Matemáticas por grado” y elige el grado de tu hijo. El sitio evalúa y enseña a medida que tu hijo resuelve los problemas, para que pueda obtener más ayuda con los conceptos en los que todavía necesita trabajar y avanzar cuando ya domine una lección.

    • ayuda a los estudiantes con la comprensión de lectura ofreciendo noticias actuales y apropiadas para los niños, escritas por niveles de lectura específicos para cada grado, desde la primaria hasta la escuela secundaria. Es posible que tu hijo ya esté familiarizado con el sitio y, si es así, puede iniciar una sesión. Si no, puedes

    • Para un descanso académico puedes echarle un vistazo al canal de YouTube del autor de novelas más vendidas, John Green (The Fault in our Stars) y su hermano Hank. El canal trata temas de y junto con una gran cantidad de eventos actuales.

    • Por las tardes, es un buen lugar para encontrar documentales de ciencia e historia para sumergirse en un tema.

  4. Establece metas diarias

    Al comienzo de cada lección o al comienzo de la semana, haz una lista y establece metas para las tareas o asignaciones que tu hijo debe completar. Al final de la lección, vuelve a la meta, aconseja Nieroda-Madden. Una lista les ayudará a todos a seguir el ritmo diaria y semanalmente, y el que tu hijo indique en la lista que completó algo, le da una sensación de triunfo.

  5. Establece descansos

    Recuerda que la mayoría de los niños no pueden sentarse y concentrarse en silencio durante el tiempo que los adultos pueden. Consulta estos artículos basados en los grados para tener una mejor idea del lapso de atención y capacidad de aprendizaje de tu hijo. Establece períodos de descanso entre el trabajo para saborear un bocadillo, ejercitarse, contar chistes y para marcar en la lista las cosas que hayan logrado alcanzar.

  6. Salgan a tomar un poco de aire fresco y hagan ejercicio

    Para aumentar la capacidad mental de tu hijo y evitar que se vuelva loco, asegúrate de ejercitarse afuera todos los días. Los juegos organizados son geniales, pero también lo es caminar, andar en bicicleta o simplemente jugar. El ejercicio no solo hace que los niños se sientan mejor, sino que les ayuda a retener nuevos conocimientos en la memoria a largo plazo, concentrarse en tareas difíciles y persistir a pesar de la frustración.

  7. Haz un lugar para los sentimientos

    Es natural sentirse ansioso cuando las cosas son inciertas. Eso puede hacerte irritable, distante, impaciente; todo tipo de sentimientos que tu hijo puede tener problemas para entender. Cuanto más tranquila estés, mejor para tu hijo. Esto no significa que ignores los sentimientos y finjas que todo está bien. Deja que tu hijo exprese sus preocupaciones y habla sobre tus propios sentimientos. Expresar, nombrar y compartir sentimientos los acercará y solidificará en tu hijo la noción de que estás de su lado. Al final, es importante asegurarle a tu hijo que estás haciendo todo lo posible para mantenerlo seguro y saludable. Si las cosas parecen especialmente difíciles teniendo a tu hijo en casa, prueba Ó£ÌÒÊÓƵ Cue Cards, una herramienta que creamos para abordar situaciones difíciles de crianza. Además, comunícate con amigos y familiares con los que puedas compartir tus preocupaciones. Es importante que mientras le das prioridad al cuidado de tu hijo, también cuides de ti mismo.