Nota del editor: ӣƵ se ha asociado con el para ayudar a los padres a apoyar el aprendizaje social y emocional de sus hijos.

Proteger a nuestros hijos es un impulso tejido profundamente en nuestro ADN parental, pero ningún padre puede proteger a su hijo de todas las decepciones. Ya sea personal (una mala calificación o la muerte de un abuelo) o una desgracia a mayor escala (como el pandémico o las atrocidades en Siria), la pérdida es una parte inevitable de la experiencia humana. No puedes proteger a tu hijo de todos los contratiempos, pero puedes ayudarlo a desarrollar habilidades para afrontarlos e incluso aprender de ellos. Según , directora asociada del Centro de Inteligencia Emocional de Yale, la resiliencia es esencial para el éxito en la escuela y en el trabajo, además de ser un ingrediente clave para la vida. El libro de Stern, (enlace en inglés), estudió la naturaleza de la resiliencia a raíz de la tragedia.

¿Por qué es tan importante la resiliencia?

La vida es incierta. Hay muchos miedos y preocupaciones. La resiliencia le permite a las personas lidiar con las consecuencias y seguir adelante después de enfrentarse a adversidades, pérdidas o traumas. Les permite a las personas superar las inevitables decepciones que todos vivimos. La resiliencia es esencial en el mundo actual y es un factor clave para vivir una vida larga y satisfactoria.

¿Crees que los niños de hoy en día son menos resilientes debido a padres sobreprotectores?

A los padres no les gusta que sus hijos se sientan incómodos. Esto tiene sentido. Pero cuando te lanzas a ayudar siempre que las cosas se ponen difíciles, haces más difícil que tu hijo desarrolle la resiliencia. Pasar por una decepción y encontrar los recursos para salir adelante es como los niños desarrollan la resiliencia. Tener una perspectiva positiva de la vida es otra forma clave de desarrollar la resiliencia.

¿Cómo pueden los padres ayudar a sus hijos a desarrollar la resiliencia?

Cuando tu hijo se enfrente a un desafío, habla con él sobre lo que sucedió. Escucha con atención y no intervengas inmediatamente con un consejo ni ignores las preocupaciones de tu hijo.

Digamos que tu hijo no aprueba un examen. Si tu hijo se siente desanimado, ayúdalo a replantear la situación. Hazle preguntas como: “¿Qué crees que podrías haber hecho diferente?”. El objetivo es que tu hijo asuma la responsabilidad y aprenda de la experiencia. Anímalo a pensar en una estrategia: “Quizás no estudié lo suficiente. La próxima vez estudiaré más”. Así es como se desarrolla la resiliencia: incorporando la experiencia difícil a tu vida y dándole sentido.

La resiliencia tiene mucho que ver con cómo valoras una experiencia difícil y aprendes de ella. Por ejemplo, si la mascota de tu hijo muere, anima a tu hijo a experimentar el sentimiento de pérdida y luego pasar lentamente a un lugar más positivo: “Mi mascota murió y estoy triste, pero también estoy agradecido por el tiempo que pasé con ella y todos los recuerdos que tengo”. Es importante que los niños se den cuenta de que el duelo no es una enfermedad, sino que forma parte del amor que sentimos hacia los demás.

Conozco a una maestra que tiene un libro sobre la muerte en su salón de clases. Cuando los estudiantes experimentan una pérdida, pueden hablar sobre su ser querido y hacer dibujos en el libro. Esto es genial porque ayuda a los niños a incorporar el recuerdo de sus seres queridos en la vida cotidiana.

La gratitud también es muy curativa. Puedes enfatizar la gratitud cuando tu hijo experimente una pérdida: “Estoy muy agradecido de haber podido pasar ese tiempo con la abuela. Ella me amaba mucho”. Esto ayuda a tu hijo a reconocer otros sentimientos además de la tristeza.

¿Es importante que los padres modelen la resiliencia?

Es muy importante. Tus hijos te están observando, te des cuenta o no. Piensa en cómo manejas tus propias situaciones difíciles. Digamos que te despiden de un trabajo. ¿Cómo reaccionas? Tu lenguaje es importante. ¿Dices cosas como: “Esto es lo peor que me ha pasado” o dices algo como: “Esto es difícil, es decepcionante, pero sé que me sentiré mejor mañana”? Es importante mostrarles a tus hijos que tienes optimismo y esperanza.

Hay una diferencia entre simplemente hacer frente a una situación y sanarse de verdad. No puedes simplemente enterrar tus sentimientos. La sanación proviene de traer el dolor o la decepción a tu vida y darle sentido, y tratarte a ti mismo con indulgencia. En familia, habla sobre lo que has aprendido de tus errores. Esto ayudará a tus hijos a ver que los errores pueden ser nuestros maestros.

¿Crees que se nace siendo resiliente o es algo que se puede aprender?

Algunas personas creen que existe un gen de “resistencia” que hace que algunas personas sean más resilientes que otras. No estoy de acuerdo. Creo que la resiliencia es un proceso. Creo que la resiliencia se desarrolla con el tiempo, en contraposición de un rasgo de personalidad con el que naces.

Algunas personas pueden encontrar más fácil desarrollar la resiliencia, tal vez porque están más abiertas a nuevas experiencias, se adaptan fácilmente a nuevas situaciones o son naturalmente más optimistas y, por lo tanto, les resulta más fácil recuperarse.

Pero todos pueden desarrollar resiliencia. Todos pueden aprender a manejar sus sentimientos, cultivar una actitud de compasión y autocompasión, y aprender a ser más optimistas.

¿Cómo recomiendas hablar de resiliencia con los niños?

Les enseñaría a que vean la resiliencia como un músculo que se hace más fuerte cada vez que se enfrentan a un desafío. Recuérdales a tus hijos que han pasado por experiencias difíciles antes y han sobrevivido. “Es decepcionante que no hayas aprobado ese examen. ¿Pero recuerdas cuando no te escogieron para ser parte del equipo y estabas muy decepcionado? Trabajaste duro y entraste al equipo al año siguiente”.

No se pueden evitar las decepciones de la vida. Pero cada vez que afrontamos una experiencia difícil, nos ayuda a darnos cuenta de que podemos volver a hacerlo. Desarrollar la resiliencia no es algo que se logre de la noche a la mañana, es un trabajo de toda la vida.

Traducido por: SpanishWithStyle.com