Adaptarse al preescolar puede ser difícil para cualquier niño, incluso para los que llevan tiempo en la guardería. Con estas ideas y actividades puedes facilitar la transición de tu hijo al preescolar. Lo importante es que el tiempo de preparación sea divertido. A esta edad, aprender no debe ser una tarea. No quieres que tu hijo sienta que cada actividad es una lección o que cada salida es una excursión educativa. Estas ideas, propuestas por maestros de preescolar y del programa Learning Partners del Departamento de Educación de Estados Unidos, te ayudarán a preparar a tu hijo para escuchar, seguir instrucciones y llevarse bien en grupo, tres de los principales objetivos de cualquier programa de preescolar.

Planifica más actividades sociales

Todos los niños en edad preescolar tienen que llevarse bien con otros niños. Si tu hijo no ha pasado mucho tiempo en grupo con otros niños, las actividades como compartir, turnarse y jugar de forma cooperativa pueden resultar muy difíciles. Ayúdale a tu hijo a acostumbrarse a formar parte de un grupo organizando citas para jugar con uno o dos compañeros, o inscribiéndole en una clase de música o de acrobacias.

Dale una idea de qué esperar

Es raro el niño que no está al menos un poco ansioso por empezar el preescolar. Resiste a la tentación de decirle cosas como: “Será lo más divertido que vayas a hacer” o “no hay nada que temer” y nunca menosprecies los temores o preocupaciones de tu hijo. Al contrario, ayúdale a calmar sus temores con información. Háblale de lo que le espera cuando llegue al colegio: a dónde irá, qué hará y quién estará en clase con él. Antes de que empiece el colegio, visiten juntos el aula al menos una vez, preferiblemente cuando estén otros niños y su(s) futuro(s) maestro(s). También puedes leer cuentos sobre ir al colegio por primera vez. Algunos cuentos buenos son Franklin va a la escuela, de Paulette Bourgeois; Starting School, de Anne Civardi y Stephen Cartwright; y Starting School, de Janet Ahlberg.

Prepara un ritual de despedida

Si es la primera vez que tu hijo va a estar lejos de ti, es posible que le preocupe que no vayas a volver, o que te pierdas y no seas capaz de encontrar el camino de vuelta al colegio para recogerle al final del día. Inventa un ritual de despedida especial, como chocar los cinco o decir algo como “volveré a buscarte pronto, mucho antes de que veamos la luna”, algo que harás cada vez que le dejes. Durante los primeros días, dale más tiempo para que se prepare y salga por la mañana. Cuanto más tranquilas estén las cosas en casa, más fácil será la separación.

Y aunque tengas la tentación de escabullirte sin despedirte cuando lo dejes, no lo hagas. Solo lo harás angustiarse más cuando se dé cuenta de que te has ido. En lugar de eso, despídete de él. No le des largas ni le digas que tú también estás disgustado. Hazlo con naturalidad y seguridad, y él aprenderá a hacer lo mismo.

Léele a tu hijo todos los días

La mayoría de las clases de preescolar tienen al menos un período de lectura al día. Dedicarle al menos 15 minutos al día a la lectura se convertirá en un ritual conocido cuando empiece la escuela. Los niños que no tienen experiencias tempranas con los libros suelen tener dificultades para aprender a leer más adelante.

Como los niños en edad preescolar no leen de forma independiente, necesitan aprender a escuchar. Leerle en voz alta a tu hijo es una forma estupenda de ayudarle a desarrollar la capacidad de escuchar. Los cuentos con ritmo son especialmente atractivos, así que busca libros que repitan frases. Cuando empiece a recordar las frases, pídele que “lea” contigo. Por ejemplo, si lees Los tres cerditos, después de que el lobo diga: “Cerdito, déjame entrar”, deja que tu hijo complete la siguiente frase: “Ni por los pelos de mi barbilla”.

Tu hijo también aprenderá a predecir el desenlace de un cuento en preescolar. Para ayudarle a prepararse para eso, puedes detenerte a la mitad de la lectura y preguntarle qué cree que ocurrirá a continuación o cómo cree que terminará la historia.

Practica la capacidad de escuchar

Los maestros de preescolar suelen animar a sus atareados estudiantes a que se queden quietos y escuchen. Puedes ayudar a tu hijo a prepararse para esta petición pidiéndole de vez en cuando que se siente en silencio y cierre los ojos. Luego, pídele que te cuente los distintos sonidos que oye. Háblale de lo que provoca los sonidos y de dónde proceden.

En preescolar, los niños también aprenden a escuchar y seguir instrucciones que implican más de un paso. Empieza a pedirle que haga una serie de cosas, como llevar los zapatos a su habitación y guardarlos en el armario. O que vaya al baño a lavarse las manos y luego venga a ayudarte a poner la mesa. También puedes jugar a juegos que requieran que tu hijo escuche instrucciones, resuelva problemas y tome turnos. Por ejemplo, jueguen al veo-veo en el auto o paseando por el barrio. Dale pistas sobre algo que veas: “Veo con mi ojito algo que es… alto”. Tu hijo tiene que hacerte preguntas sobre el objeto hasta que adivine de qué se trata. Simón dice, es otro buen juego para escuchar y seguir instrucciones.

Motiva al artista

Crear arte, ya sea pintando con los dedos o moldeando arcilla, ayuda a los niños de preescolar a desarrollar las habilidades visuales y motoras finas que necesitan para escribir. Ten a la mano papel, pinturas, ceras y otros materiales artísticos y anima a tu hijo a crear siempre que quiera. Hacer laberintos sencillos y dibujos de unir los puntos también ayudará a tu hijo a desarrollar sus primeras habilidades de escritura.

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