Durante la escuela intermedia, los niños comienzan a tener más tareas, horarios más complicados y sí, emociones más complicadas. Muchos padres quieren permanecer junto a sus hijos durante la transición a la escuela intermedia, sin embargo, un sinnúmero de cosas puede entorpecer dicha aspiración. Algunos niños son más independientes, lo que implica que pasan menos tiempo con mamá, abuela o papá. Muchos niños cuentan con teléfonos celulares, lo que les permite estar en comunicación constante con sus compañeros. Además, a medida que algunos niños avanzan vertiginosamente hacia la pubertad, la influencia ejercida por sus amigos suele aumentar. Por otro lado, la cultura de celebridades (con su dinero, glamur y disfunción) adquiere más relevancia que nunca como modelo a seguir. Todo esto forma parte de crecer en los Estados Unidos del siglo 21.

Si tu hijo se aventura en esta nueva etapa de su vida mientras mantiene una fuerte conexión contigo, se sentirá más seguro, feliz y fuerte. Se mantendrá conectado a tus valores, pues estará conectado a ti.

¿Cómo puedes mantener una sólida relación con tu estudiante de escuela intermedia? Sentando las bases en el presente, mientras tu hijo sigue siendo un niño.

  1. Escucha: Pregúntale sobre el año que comienza

    ¿Qué emociona a tu hijo? ¿Qué lo hace sentir nervioso? ¿Qué puedes hacer para ayudarlo a prepararse? Puede que algunos niños hayan escuchado que la escuela intermedia es “aterradora” o que las tareas son “muy difíciles”. Descubrir con exactitud lo que tu hijo ha escuchado resulta muy importante para entender su actitud. Es posible que no logres definir si sus miedos son excesivos. Puede que necesites preguntar a quienes te rodean para informarte mejor sobre la cultura de la escuela intermedia. También es posible que no sepas qué hacer con respecto a sus miedos. Sin embargo, lo más importante es que tu hijo sienta que lo estás escuchando con atención. Escuchar (no sermonear ni resolver los problemas) es tu nuevo superpoder durante la transición de tu hijo a la adolescencia. Lee más sobre cómo suavizar la transición de tu hijo a la escuela intermedia.

  2. Explora: Profundiza temas importantes y aptos para la edad

    En lo relacionado al consumo mediático, tu hijo se encuentra en un punto entre la niñez y la adolescencia. De hecho, es posible que tu hijo avance y retroceda diariamente entre dichas etapas. Probablemente, la mayoría de las películas y programas de televisión infantiles no representarán un desafío que impulse a tu hijo a desarrollar nuevas ideas y aprender nuevas cosas. Al mismo tiempo, mucho contenido audiovisual dirigido para adolescentes y adultos se encuentra excesivamente centrado en el sexo y la violencia como para resultar sano para tu hijo. Common Sense Media es una excelente página web para encontrar la película indicada que tanto tu estudiante de quinto grado como tú puedan ver juntos. Puedes usar filtros de búsqueda para encontrar distintos géneros como comedia y drama, y temas como activismo, cocina y dinosaurios, e incluso fortalezas de carácter como la compasión y la perseverancia. La siguiente . La lista incluye obras de arte para toda la familia, entre las cuales se encuentran: McFarland, USA, Queen of Katwe, Hidden Figures, y Wonder. Todas ellas servirían como un excelente punto de partida para entablar una conversación sobre la vida.

  3. Comparte: Cuenta una historia familiar inédita

    ¿Existen historias familiares que no le has contado a tu hijo porque era demasiado joven para escucharlas? ¿Una historia acerca de un abuelo o un evento que te ocurrió durante la infancia? Puede que exista una historia sobre tu propia escuela intermedia que transmita a tu hijo la idea de que tú también has estado allí. Tal vez exista un fragmento de tu historia familiar que podría haber resultado difícil de entender para tu hijo cuando era más pequeño, pero ahora da la impresión de ser relevante. ¿Existen historias de emigración? ¿De ingresar a una nueva escuela? ¿De sentir miedo y haber vivido para contarlo, y reírse de ello? Por supuesto, resulta importante evitar que el futuro de tu hijo se vea ensombrecido por tu propia experiencia (lo cual resulta muy sencillo de lograr para nosotros los padres). Sin embargo, las historias familiares (sobre todo aquellas que le brindan a tu hijo una muestra de fortaleza, perseverancia y aprender de la experiencia) pueden proporcionarle a tu hijo un fuerte sentido de sus raíces a medida que se prepara para salir al mundo. Además, este momento también resulta ideal para contar historias sobre los resultados positivos de decir la verdad cuando el momento lo amerita. (Investigaciones demuestran que las historias negativas sobre decir la verdad, como El pastor mentiroso, no funcionan del todo bien).

Las tres actividades mencionadas no solo afianzarán la relación entre tu hijo y tú, sino que también ayudarán a tu hijo en la escuela durante el próximo año. ¿Por qué? Porque gran parte de lo que se le pedirá en clases a tu hijo el próximo año estará relacionado a pensar. Tu hijo necesitará ser capaz de reflexionar sobre ideas y experiencias y expresar dichas ideas a través de oraciones completas, ya sean verbales o escritas. Al ser una familia que habla sobre los sentimientos (los cuales, de hecho, son bastante abstractos), discute sobre material audiovisual que invita a la reflexión y cuenta historias entre sus miembros, estarás ayudando a tu hijo a practicar habilidades académicas indispensables. Independientemente de que entables dichas conversaciones en inglés, español o suajili, dichas prácticas contribuirán a reforzar el vínculo afectivo con tu hijo mientras lo preparas para las profundas discusiones en clase y proyectos de escritura que le esperan.

Translated by: SpanishWithStyle.com