¿Sabe tu hijo trabajar en equipo? ¿Ayuda gustoso en casa e incluye a otros niños en la escuela? ¿Es un niño que no solo sabe dar órdenes, sino que, cuando es necesario, sabe seguirlas?

Hay un sinfín de razones para enseñarle a tu hijo a ser más de “¡ánimo, equipo!” y menos de “soy el centro del universo”. Los niños que tienen el hábito de compartir responsabilidades y trabajar con otros (bien sea en casa o en la escuela) suelen ser menos egocéntricos y más respetuosos, responsables, cooperativos, resilientes y autosuficientes. Una investigación sobre los niños y las tareas del hogar realizada en el año 2003 por Marty Rossmann, profesor emérito titular de educación familiar en la Universidad de Minnesota, descubrió que los niños que realizaban tareas del hogar con regularidad desde temprana edad tenían mayores probabilidades de convertirse en jóvenes adultos exitosos.

Sin embargo, enseñarles a los niños el valor del trabajo en equipo no tiene que ver con dar comandos como “haz esto ahora” (a menos que estés preparado para lidiar con las infaltables quejas y reclamos como “¡no es justo!” y “no quiero”).

4 actividades para que los niños practiquen cómo trabajer en equipo:

  1. Hacer una gráfica con las tareas del hogar

    Para lograr que toda la familia colabore en las tareas del hogar, crea una gráfica con las tareas. Antes de diseñar la gráfica, organiza una reunión familiar y compartan ideas sobre las tareas que deben llevarse a cabo en la casa. Los niños se mostrarán más entusiastas respecto a hacer su parte si se les pide que contribuyan con sus ideas y opiniones. Incluyan también “tareas del hogar” para los padres, de manera que todos puedan visualizar la contribución de cada integrante. Haz preguntas como: “¿Quién debería pagar la renta?”, “¿quién debería guardar los juguetes?”, “¿quién debería recoger la ropa sucia y meterla en el cesto?”. En una hoja de papel (idealmente una con líneas horizontales y verticales para formar cuadros), escribe las tareas del hogar (por ejemplo, lavar los platos, doblar la ropa, alimentar al perro) de forma vertical del lado izquierdo de la hoja, y escribe los días de la semana de forma horizontal en la parte superior de la hoja. Posteriormente, anota el nombre del integrante de la familia en el cuadro correspondiente. (Alternativamente, puedes imprimir una gráfica prediseñada con las tareas del hogar, como esta). Consejo: Para ayudar a que las tareas del hogar sean más divertidas y menos monótonas, cambia la gráfica cada cierto tiempo y hagan varias tareas en familia (o formen equipos para competir en la realización de las tareas del hogar: padres contra hijos).

    Lección del trabajo en equipo: La discusión, la gráfica y las tareas del hogar sirven como recordatorios habituales de que cooperar es parte de la vida (tanto en casa como en la escuela y el trabajo).

  2. Montar una obra de teatro

    Haz que un grupo pequeño de niños realice un sketch satírico corto u obra teatral. Entrégales una bolsa de supermercado con distintos objetos (un sombrero, un collar viejo, una regla y una manzana, por ejemplo) y pídeles que inventen una historia usando todos los objetos. Los niños deciden quién interpretará cada papel. Todos pueden actuar en la obra, pero recuérdales que también necesitarán que alguien esté a cargo de crear la programación, colocar las sillas para la audiencia, presentar la obra y servir refrigerios. Establece un tiempo límite (“¡la obra tiene que comenzar dentro de una hora!”) para añadirle un elemento divertido de presión a la “noche del estreno” y reforzar la idea de que será necesario trabajar en equipo para cumplir con el tiempo límite.

    Lección del trabajo en equipo: Cosas espectaculares suelen lograrse cuando se trabaja en grupo, donde todos contribuyen con ideas y talentos.

  3. Confiar con los ojos cerrados

    En este juego, un jugador se venda los ojos y el otro sirve de guía. El guía orienta al jugador vendado a través de la casa, del patio o de una pista de obstáculos sencilla e inofensiva, y lo dirige (solamente con palabras) hacia un punto específico, sin que tropiece con nada. Si es un grupo grande, divide a los niños en equipos de tres o cuatro. El jugador vendado tendrá que escuchar direcciones de todo el grupo, y el grupo tendrá que coordinar las direcciones para la persona vendada. Todos deben turnarse para participar en ambos roles para ver qué se siente cubrir las distintas necesidades de un equipo.

    Lección del trabajo en equipo:Para formar parte de un equipo, tienes que seguir órdenes (y también darlas), aprender a confiar y depender de los demás.

  4. Abrir un restaurante familiar

    Haz que tu hijo diseñe y dirija un “restaurante” en tu casa y te sirva un platillo para la “gran apertura del restaurante”. Primero, pídele que invente un nombre para el restaurante y el tipo de comida que servirá. Posteriormente, tendrá que hacer un menú y decorar el restaurante. En cuanto a la preparación de la comida, dependiendo de la edad del niño, podría ser necesario que lo ayudes (sobre todo al trabajar con fuego y cuchillos). Pero déjalo hacer lo que pueda y muéstrate paciente ante sus errores. Los niños más pequeños pueden servir algo sencillo, como emparedados, mientras que los mayores pueden intentar cocinar por sí mismos y dirigir a otros niños más pequeños. Sin embargo, todos tienen que comprender el rol que deben cumplir.

    Lección del trabajo en equipo: Es necesaria la contribución de todos para que cualquier negocio tenga éxito.