Desde que nació, has visto cómo tu hijo crece y se desarrolla. Has tomado nota de su peso y talla, cuando gateó, se puso de pie y caminó, inclusive cuando dijo sus primeras palabras y, probablemente, comparaste todos estos logros de sus años como bebé e infante con los “estándares”. Los años de preescolar y los primeros años de escuela también están llenos de cambios. Desde los tres a los cinco años las capacidades motrices, el lenguaje, pensamiento y desarrollo social de tu hijo cambian drásticamente.

Saber qué esperar a medida que tu hijo crece puede asegurarte que está siguiendo el ritmo de sus compañeros o alertarte en caso de problemas potenciales. A continuación, te presentamos algunos logros que debes esperar:

Logros que un niño de 5 años debiera alcanzar

Desarrollo motriz: habilidades motoras gruesas

  • Corre como los adultos
  • Camina de puntillas, da saltos más largos
  • Puede caminar en una barra de equilibrio
  • Patina y salta la cuerda

Desarrollo motriz: habilidades motoras finas

  • Se establece la predominancia del uso de una mano
  • Puede hacer los moños de los zapatos (pero no los ata)
  • Es capaz de agarrar el lápiz como los adultos
  • Colorea dentro de las líneas
  • Corta y pega figuras sencillas

Desarrollo del lenguaje y pensamiento

  • Habla con fluidez, usa los plurales, pronombres y tiempos verbales correctamente
  • Está muy interesado en las palabras y el lenguaje; busca aprender cosas nuevas
  • Entiende y nombra cosas opuestas
  • Utiliza lenguaje complejo
  • Aún confunde la fantasía con la realidad en ocasiones
  • El pensamiento aún es inocente; no utiliza la lógica de los adultos

Desarrollo social y emocional

  • Distingue entre el bien y el mal, la honestidad y las mentiras, pero no reconoce las intenciones
  • Juega a adquirir diferentes roles y se disfraza
  • Imita a los adultos y busca elogios
  • Busca jugar en lugar de estar solo; los amigos son importantes
  • Juega tanto con niños como con niñas, pero prefiere jugar con niños del mismo sexo
  • Desea encajar con los demás; puede criticar a quienes no lo hacen

Consejos de crianza para quienes tienen niños de 5 años

A tu hijo de 5 años, cooperativo y simpático como es, le encanta jugar y así es como aprende.

  • Acompáñalo en actividades que desarrollen su coordinación y equilibrio: saltar y brincar, caminar por el bordillo o las líneas de la acera o escalar árboles.
  • Incentiva las habilidades motoras finas al dejar que tu hijo recorte fotografías de revistas, arme collares o juegue con juguetes que se desarman y se vuelven a armar.
  • Aprovecha su interés en los números y cuenta absolutamente todo; enséñale sumas y restas sencillas usando objetos y no números.
  • Hazle saber a tu hijo qué esperar de un evento o actividad para que pueda prepararse. Evita revelarle cosas de golpe.
  • Ayúdalo a reconocer sus sentimientos usando palabras para describirlos: “Puedo ver que estás molesto conmigo en este momento”.

Dos niños de 5 años y el desarrollo de sus habilidades

La historia de Jimmy y María ilustra la variedad de capacidades, intereses y habilidades que se consideran como desarrollo típico para esta edad.

Jimmy presionó la frente contra la ventana mientras veía a su vecina María alejarse en el auto con su madre de camino a su primer día de kínder. Suspiró y la saludó. Esperaba que María lo viera, pero no quería salir.

Jimmy se sintió triste y decepcionado por no poder ir también. Al mismo tiempo, se alegraba de poder quedarse en casa.

Actividad motriz

Jimmy le había preguntado a su madre por qué no iba a la escuela. Pronto cumpliría 5 años, como María. Y ya podía hacer todo tipo de cosas. Era bueno para correr, saltar y escalar. Podía patinar y montar en triciclo. María también podía hacer algunas de esas cosas, pero no como Jimmy.

María realmente no podía trepar un árbol, pero Jimmy era el mejor escalador de árboles de todos los tiempos. No le dijo a su mamá, pero había trepado el árbol alto en el patio trasero de la casa de María. Ella ni siquiera intentó treparlo. Solo le gritaba que se bajara. Creía que se iba a lastimar.

“¡Niñas! Quizás sea bueno que María vaya a la escuela”, pensó Jimmy. “De todos modos, es mejor jugar con los niños. Los niños hacen cosas más divertidas. A las niñas les gusta sentarse y colorear, escribir y jugar a la casita, recortar muñecas de papel y todas esas cosas feas”. Pero Jimmy tenía que admitir que a María también le gustaba jugar a la pelota, perseguir y correr.

¡Ojalá Billy viviera más cerca! Pero su mamá le dijo que era demasiado pequeño para caminar solo a la casa de Billy.

Habilidades de aprendizaje

“¡Demasiado pequeño! Eso es lo que mi mamá me dijo sobre la escuela: que soy demasiado pequeño para ir al kínder. ¡Cumpliré 5 años en dos semanas! Eso no es demasiado pequeño”, le había dicho Jimmy a su madre.

Ella le respondió que no se refería a que solo tiene 5 años, sino que se refería a que apenas cumpliría los 5 años.

“¡Sea lo que sea!” pensó Jimmy.

Su mamá le explicó que había cosas que aún necesitaba aprender antes de ir a la escuela.

“¿Qué cosas?”, preguntó Jimmy.

“Como sentarte y escuchar”, le dijo su mamá.

“Puedo sentarme y escuchar cuando quiero. ¿Por qué alguien tiene que sentarse y escuchar algo que no quiere oír de todos modos?”, se preguntó Jimmy.

Su mamá le había dicho que estaba bien quedarse en casa y no ir al preescolar sino entrar directamente al kínder. Le dijo que no todos los niños de 5 años hacen todo al mismo tiempo. María puede dibujar, escribir números y letras y cortar con tijeras, pero Jimmy apenas estaba empezando a hacer esas cosas.

Él le dijo que podía correr, saltar y ponerse de cabeza mejor que María. Su mamá le dijo que eso era genial, pero en la escuela querían que se sentara en una silla y que escribiera, cortara y pegara. Eso lo puso muy triste, y lloró un poco. Su mamá lo abrazó y le dijo que estaba bien y que pronto podría hacer todas las cosas que María podía hacer.

“Mira todas las cosas maravillosas que puedes hacer”, le dijo. “Construyes grandes castillos en la arena y objetos asombrosos con Legos. Cuentas historias maravillosas y escuchas con mucha atención cuando te leo libros. Y eres un excelente contador de chistes”. Yo siempre me río mucho con tus divertidos chistes.

Ella le dijo que el próximo año sería divertido y que crecería y aprendería mucho. Al preescolar, ella lo llamaba prekínder para que Jimmy se sintiera mejor. Le dijo que aprendería todas las cosas que necesitaba saber para el kínder. Le dijo que lo ayudaría con el abecedario, los números y a escribir en casa. También le comentó que él ya sabía los colores y formas, y que usa palabras sofisticadas cuando habla.

“Mi mamá siempre me dice todas las cosas que puedo hacer. Eso me hace sentir bien. ¡Sé que me ama de verdad!”.

Y por último…

Recuerda que estos logros representan promedios, no límites rígidos de desarrollo. Los niños atraviesan estos cambios a ritmos variables, algunos antes, otros más tarde. Tú eres el mejor juez del desarrollo de tu hijo y de lo que es “normal” para él, pero si tienes alguna inquietud, discútela con su pediatra. Justo cuando crees que entiendes a tu hijo, algo cambia. De momento te exige una atención constante; dentro de seis meses puede que quiera que te alejes. Es posible que descubras que las estrategias que una vez funcionaron ya no tienen ningún impacto sobre él. ¡No te preocupes, esto es normal!

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