Sería fantástico si tu hijo pudiera hablar contigo cada vez que se sienta triste en la escuela, pero no puedes contar con ello, sobre todo en el preescolar. Por lo tanto, te mostraremos algunas formas de descubrir qué está ocurriendo en realidad. Intenta no preocuparte demasiado si tu hijo luce triste durante las primeras semanas de escuela. Es un período duro para cualquier niño, así que dale la oportunidad de ajustarse al nuevo maestro, a los demás niños y a la idea de ir a la escuela.
Cómo descubrir lo que tu hijo siente respecto a la escuela
Ofrécete como voluntario en clase
Pasar tan solo una hora en el aula de clases, una vez al mes, te permitirá hacerte una idea sobre lo que siente tu hijo sobre la escuela. Además, tendrás la oportunidad de observar cómo el maestro maneja la clase. También aprenderás sobre las relaciones de tu hijo con los demás niños de la clase: ¿Lo está molestando un niño pleitista? ¿Le está costando ser aceptado por un grupo al que quiere unirse?
Hazle preguntas a tu hijo sobre la escuela
“La verdadera clave es la comunicación”, afirma Guy Strickland, autor de (Malos maestros: La guía esencial para padres preocupados), incluso con un estudiante de preescolar que no puede entablar conversaciones largas sobre la escuela. Hazle preguntas sencillas a tu hijo: ¿Te divertiste hoy? ¿Quién es tu mejor amigo en clase? ¿Qué hiciste hoy en clase? Si tu hijo luce disgustado o nervioso al hablar sobre la escuela o se niega a responder las preguntas, podría haber un problema.
Mantente en contacto con el maestro
El maestro pasa cinco días a la semana con tu hijo. Si tu hijo comienza a parecer triste en la escuela o tiene problemas con un grupo de amigos, el maestro podría estar más informado que tú sobre la situación.
Señales de que tu hijo no se siente feliz
Dolores de estómago o diarrea antes de ir a la escuela
Un episodio ocasional es común en la mayoría de niños, pero si notas un problema recurrente, tu hijo podría estar preocupado sobre algún asunto de la escuela.
Nerviosismo
Tu hijo desarrolla tics inusuales (enlace en inglés) como morderse las uñas, chuparse el pulgar, jalarse el cabello o mojar la cama.
Silencio
Tu hijo deja de hablar sobre el preescolar o se pone nervioso cuando mencionas al maestro, a los estudiantes o cualquier tema relacionado a la escuela.
Aburrimiento
Tu hijo pierde el interés en el preescolar y ya no quiere ir.
Miedo a volver a la escuela en otoño
Generalmente, a los niños les emociona volver al preescolar o comenzar el kínder. Si a tu hijo le disgusta tener que regresar a la escuela en otoño, intenta hablar con él y descubrir el motivo.