Clarice Jackson, una madre afroamericana de Omaha, Nebraska, sabía que su hija tenía problemas en la escuela desde preescolar. En cuarto grado, la niña seguía sin poder leer palabras sencillas de tres letras y daba muestras de hiperactividad e impulsividad en el aula de clases (ambos síntomas de TDAH). Independientemente de que las llames “dificultades de aprendizaje” o “diferencias de aprendizaje”, no cabía duda de que había problemas de aprendizaje.
Jackson sabía que algo tenía que cambiar, así que comenzó la larga lucha por la aprobación de un Programa de Educación Individualizada (IEP, por sus siglas en inglés) para su hija, con la esperanza de que fuera asignada a una educación especial y finalmente recibiera el tipo de enseñanza que necesitaba. Finalmente, recibió el IEP y descubrió que abordaba el TDAH de la niña —pero no sus dificultades de lectura—. “Decían que estaban haciendo lo mejor que podían por mi hija, pero lo mejor que podían era más de lo mismo”, relata Jackson, refiriéndose a la forma en que estaban enseñándole lectura a la niña. “Excepto que ahora las expectativas eran menores”.
La historia de Jackson es un ejemplo de lo que muchos padres atraviesan cuando sospechan que su hijo tiene una dificultad de aprendizaje. La escuela tiene buenas intenciones, pero la ejecución no resuelve el problema. Y esto supone un gran desafío, sobre todo para las familias de color que probablemente no confían en los programas de “educación especial”.
Las dificultades de aprendizaje de los niños afroamericanos son ignoradas
Las investigaciones demuestran que aunque los niños de color y quienes están aprendiendo inglés suelen estar sobrerrepresentados en los salones de clase de educación especial, tienen menos probabilidades de ser identificados como estudiantes con problemas de aprendizaje, señala Paul Morgan, profesor de educación de Penn State que ha (enlace en inglés).
“Cuando observas a niños con índices similares de pobreza, niveles similares de desempeño académico y niveles similares de conducta obtienes evidencia consistente de que los niños blancos y angloparlantes tienen más probabilidades de ser identificados [como estudiantes con dificultades de aprendizaje]”, explica Morgan.
No fue sino hasta que Jackson, por sus propios medios, transfirió a su hija a una escuela privada especializada en problemas de lectura que esta pudo avanzar. En cuestión de un año su hija había alcanzado el nivel de lectura de tercer grado y los síntomas del TDAH disminuyeron.
Muy a menudo, los padres de color observan que las escuelas no quieren “estigmatizar” a los niños con la etiqueta de educación especial, que diagnostican erróneamente los problemas de aprendizaje de los estudiantes o que se muestran renuentes a pagar el servicio que el niño necesita. A continuación, te mostramos algunas medidas que puedes tomar al respecto.
Una evaluación de dificultades de aprendizaje es el paso primordial
Si el maestro de tu hijo o tú observan dificultades académicas o conductuales en la escuela o en el hogar, deberías solicitar una evaluación de discapacidad. Esta evaluación es gratuita en las escuelas públicas, pero podría tardar un tiempo en realizarse tras la solicitud inicial. La evaluación indagará los síntomas que los maestros y tú han observado en tu hijo, así como cualquier problema médico que pueda existir. Este es el primer paso para obtener servicios para tu hijo mediante un Programa de Educación Individualizada (IEP) o un Plan 504.
Un IEP le da a tu hijo el derecho de optar por servicios que incluyen modificaciones al currículo, lecciones especializadas, terapia ocupacional, terapia física, fonoaudiología y/o consejería. Un plan 504 (enlace en inglés) permite que un niño con dificultades emocionales o de aprendizaje reciba un trato especial en la escuela. (enlace en inglés), el 504 no ofrece todos los servicios del IEP (que es más amplio) y es generalmente más fácil de obtener. Entender el problema de tu hijo te ayudará a decidir si necesitas el IEP o el 504.
Si no estás conforme con la evaluación de la escuela, también puedes obtener una , asumiendo los gastos pertinentes. Las evaluaciones independientes pueden (enlace en inglés), aunque a veces es posible encontrar .
En cuanto tengas claro el problema de tu hijo, infórmate. Comienza dándole un vistazo a la página web y a los materiales de (enlace en inglés). Muchas discapacidades específicas tienen sus propias organizaciones de defensoría, como es el caso de para el TDAH (enlace en inglés), (enlace en inglés) y (enlace en inglés), las cuales cuentan con sedes en varios estados.
La decisiva reunión del IEP: ¿IEP o 504?
Una vez terminada la evaluación, la escuela formará un equipo de IEP, el cual incluirá a los padres, al niño (si tiene más de 16 años), al menos a uno de los maestros de educación general del niño, un maestro de educación especial, un representante del distrito escolar, un experto que interprete los resultados de la evaluación y, en caso de ser necesario, (enlace en inglés). Los padres también pueden llevar un amigo para apoyarles.
Juntos, el equipo determina si el niño tiene alguna de las — incluyendo el autismo, el TDAH y la dislexia — amparadas por la ley federal y si el estudiante necesita servicios especiales en la escuela. No es poco común que un niño tenga más de un tipo de problema de aprendizaje. El estudiante podría, por ejemplo, tener tanto TDAH como dislexia, como era el caso de la hija de Jackson.
La reunión del IEP no siempre es un proceso sencillo. De hecho, puede ser largo, tenso e incluso hostil en ocasiones. Jackson recomienda que los padres no solo investiguen de forma exhaustiva y anticipada sobre la discapacidad de su hijo, sino que también se informen sobre las leyes, específicamente sobre la . Jackson sugiere incluso llevar el libro que explica la ley a la reunión (como lo hizo ella) y ponerlo sobre la mesa para que todos sepan que estás preparado.
Muchas veces, las reuniones del IEP determinan que el niño no cumple los requisitos para recibir servicios especiales. “Las escuelas pueden mostrarse naturalmente renuentes a diagnosticar al niño”, señala Morgan, “en parte por motivos de financiamiento y en parte por un desacuerdo legítimo sobre si el niño muestra realmente los síntomas o las discapacidades asociadas a esa condición en específico”.
Si tu hijo tiene una discapacidad más común, como el TDAH o dislexia leve que puede tratarse con modificaciones mínimas en el aula de clases, puedes considerar un en lugar de un IEP. Las modificaciones más sencillas podrían incluir tiempo adicional para que el niño realice las pruebas o un pupitre que esté más cerca del maestro de manera que el niño pueda prestar más atención. “Obtener un 504 puede ser más general y menos específico”, explica Morgan.
A continuación, daremos información sobre algunos problemas comunes de aprendizaje que será de utilidad para los padres de color en su búsqueda del IEP o 504.
Dislexia
La dislexia es la dificultad de aprendizaje más común, afectando al (enlace en inglés). Son muchas las de dislexia, pero en general es una evidente dificultad para aprender a leer y para leer. La dislexia no implica un nivel de inteligencia inferior. Como ocurre con muchas otras discapacidades, esta es subdiagnosticada en los niños de color.
En ocasiones, los padres no solo tienen que luchar contra las bajas expectativas que la escuela tiene sobre su hijo, sino también para que reconozca las dificultades de aprendizaje del niño. Así le ocurrió a Resha Conroy, quien fundó (enlace en inglés) en 2020, en medio del verano de protestas raciales y siguiendo su misión personal de que su hijo disléxico recibiera ayuda.
El hijo de Conroy siguió teniendo dificultades con la dislexia incluso después de que su madre consiguiera ingresarlo en un IEP. Sin embargo, Conroy siguió investigando y descubrió la razón. “Estaban aplicando la alfabetización integral, un poco del método Phonics… una mezcolanza de cosas”, relata Conroy. “Nada de eso funciona”.
La evidencia demuestra que la (enlace en inglés) es la más efectiva. Conroy recomienda que los padres aprendan sobre los distintos métodos de enseñanza para la lectura e investiguen si su escuela usa la alfabetización estructurada.
Los problemas con las matemáticas, conocidos como (enlace en inglés), es una dificultad de aprendizaje relacionada pero menos conocida, que fácilmente puede arruinar el progreso escolar. Los niños con discalculia podrían confundir los números o tener mucha dificultad para resolver cálculos mentales sencillos. Y lo que es peor, estos niños también podrían tener dislexia, dificultando aún más la comprensión de los conceptos matemáticos básicos. Para más información sobre la discalculia, visita el (enlace en inglés).
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Aunque cada niño avanza de forma distinta en cuanto al habla y a comunicar sus ideas, hay algunas (enlace en inglés), como ser capaz de seguir instrucciones pero no de responder apropiadamente de manera verbal. El padre de un niño diagnosticado con dificultad en el habla tiene derecho a solicitar un IEP para el niño.
Los fonoaudiólogos pueden ayudar a los niños con diversas discapacidades, incluyendo el autismo, el paladar hendido e incluso dificultades con la lectura y la escritura.
Sin embargo, los padres de color deberían tomar en cuenta que se ha demostrado que (enlace en inglés). Esto podría implicar que califiquen como errores en el habla a lo que en realidad podría tratarse de una diferencia en el dialecto o acento del niño. Para combatir esto, intenta encontrar a personas que estén culturalmente capacitadas y que sean conscientes del idioma y el dialecto que habla tu familia en casa.
Trastorno por déficit de atención con hiperactividad
Los expertos estiman que entre el (enlace en inglés) de los niños sufren de TDAH, caracterizado por la incapacidad de prestar atención en clase y la hiperactividad y dificultad de controlar los impulsos. Aunque técnicamente el TDAH no es una dificultad de aprendizaje, puede afectar gravemente la conducta del niño y su capacidad de aprender, por lo que un IEP o un plan 504 puede ser de ayuda.
Deberías considerar la posibilidad de que existan prejuicios raciales en el diagnóstico de TDAH por parte de los maestros. (enlace en inglés) demostró que los maestros blancos consideraban que la probabilidad de que haya TDAH en chicos afroamericanos era superior a la que consideraban los padres afroamericanos. Los maestros blancos con actitudes más negativas respecto a los afroamericanos también tienen más probabilidad de atribuir la conducta de un chico afroamericano al TDAH. Además, algunos educadores darán por hecho que los niños con TDAH simplemente tienen problemas de conducta y nunca considerarán la posibilidad de que tengan dificultades de aprendizaje. Estas actitudes podrían llevar al niño a terminar innecesariamente en una clase de educación especial.
Algunas modificaciones son sencillas, como hacer que el estudiante se siente más cerca del maestro u organizar un espacio tranquilo en el aula donde el niño pueda concentrarse. Los padres también tienen la opción de medicar a su hijo. (enlace en inglés) para los niños con TDAH pero pueden tener efectos secundarios, como insomnio o reducción del apetito. Es importante que los padres consulten a su médico para decidir cuál es la mejor opción para su hijo.
Ayuda psicológica
Los niños (enlace en inglés), y puede que tengan derecho a recibirla en la escuela, aunque podría ser difícil de obtener. De acuerdo con Morgan, “las escuelas deberían ser capaces de brindar cierto apoyo, y tu hijo tiene más garantías legales si existe una discapacidad diagnosticada que haya generado dificultades psiquiátricas”.
Lamentablemente, demasiados (enlace en inglés) (TEPT) a raíz de la violencia en el vecindario o de maltrato en el hogar. Si un niño tiene un trastorno emocional o conductual que está interfiriendo con su capacidad de cumplir con las tareas, como TEPT, TDAH o (ODD, por sus siglas en inglés, enlace en inglés), la escuela puede facilitar consejería como parte de un IEP. Lee más sobre ODD.
No olvides que no estás solo
Enfrentar los obstáculos para obtener la atención necesaria para un niño con una dificultad de aprendizaje puede ser intimidante. Los padres afroamericanos e hispanos también podrían sentir temor de que sus hijos se queden atrapados en un sistema de educación especial que (enlace en inglés). Tienen que sopesar la lucha por los servicios que su hijo necesita con la realidad de que muchos estudiantes de color en educación especial tienen resultados escasos a nivel académico y respecto a sus proyectos de vida.
Sin embargo, es importante recordar que muchos padres han enfrentado el dilema de encontrar un IEP o un plan 504, y han encontrado la forma de lograrlo pese a todos los obstáculos. Hoy en día hay defensores dispuestos a ayudarte, mientras que antes quizás no los había. Jackson, por ejemplo, ha logrado fundar el (enlace en inglés) en Omaha y la sede de Decoding Dyslexia en Nebraska.
Jackson señala que es importante que los padres recuerden que ellos también son expertos, sobre todo al asistir a las importantes reuniones del IEP con educadores profesionales. “Al final, tú eres el mayor defensor de los derechos de tu hijo”.