1. Ayude al maestro a conocer a su hijo
Al comienzo del año escolar, cuando tenga un momento, por ejemplo al llevar a su hijo a la escuela o en una reunión de padres y maestros, cuéntele al maestro cosas sobre usted y su familia para ayudarle a conocer mejor a su hijo. Hable de los intereses de su hijo (“Le encantan los animales”), sus dificultades (“Es muy bueno haciendo rompecabezas, pero se enoja si no puede terminarlos”), y cualquier otra cosa que pueda causar problemas en la escuela (“Le cuesta compartir”).
2. Comparta la información importante
Algunos padres prefieren no compartir información personal sobre su hijo. Sin embargo, debe saber que cuánto más sepa el maestro sobre los miedos y dificultades de su hijo, o sobre posibles problemas de aprendizaje o cuestiones de salud como las alergias, mejor podrá ayudarle. Acuérdese de informar al maestro de cualquier cambio en su familia (un fallecimiento o un divorcio, por ejemplo), ya que es algo que podría afectar el comportamiento de su hijo en la escuela.
3. Mantenga el contacto
Pregunte al maestro cómo prefiere comunicarse: email, teléfono o incluso intercambiándose un cuaderno de notas. No dude en ponerse en contacto con el maestro cada vez que tenga alguna pregunta o se sienta preocupado por algo.
4. Converse con el maestro
Si habitualmente lleva a su hijo a la escuela o va a recogerlo, tome un minuto para charlar con el maestro de vez en cuando. El comienzo y el final de la jornada escolar son momentos muy ocupados, así que no espere una conversación larga. Basta con que le ofrezca algún detalle sobre su hijo (“A mi hija le encantó trabajar con arcilla”), haga una pregunta (“¿Ya se lava las manos después de ir al baño?”), o simplemente le salude y se interese por cómo están yendo las cosas. Si quiere hablar de asuntos que requieren más tiempo, puede enviar un email, llamar por teléfono o esperar a la siguiente reunión de padres y maestros.
5. Ayude a su hijo a aprender en casa
Quizás no haya mejor forma de hacer equipo con el maestro de su hijo que mantener un ambiente de aprendizaje en casa. Pregunte al maestro varias veces al año qué puede hacer en casa para reforzar el trabajo que su hijo realiza en la escuela. Trabajar juntos en casa sirve para que su hijo aprenda que el hogar y la escuela están conectados. Y a usted le dará una mejor perspectiva sobre cómo aprende su hijo, algo muy útil para poder apoyarle con la ayuda de su maestro.
6. Ayude en la escuela
Ofrézcase de voluntario para ayudar en el salón de clase. Entre el trabajo y las tareas domésticas, a la mayoría de los padres no les sobra tiempo. Aunque solo pueda dedicar una hora de vez en cuando– manejando en una excursión, ayudando en un proyecto escolar o haciendo fotocopias para la maestra– aprenderá mucho más sobre el maestro, el trabajo que su hijo está llevando a cabo y cómo se relaciona con sus compañeros. Además, estará demostrando a su hijo que la escuela es importante para usted.
7. La pregunta mágica
Por último, hay una pregunta muy sencilla que tiene el poder de reforzar la relación entre padre y maestro: “¿Cómo puedo ayudar?” Estas tres palabras le dicen al maestro que tiene a un compañero de equipo trabajando para ayudar a su hijo a tener éxito. El maestro también podrá explicarle formas de contribuir a la educación de su hijo en casa y cómo ayudarle a llegar a la escuela listo para aprender.