Elegir una escuela primaria para tu hijo puede ser todo un reto, sobre todo si no sabes qué buscar exactamente. He aquí 10 aspectos importantes de cualquier escuela primaria que los padres deben comprender, buscar y preguntar. Recuerda que es importante visitar en persona cualquier escuela que estés considerando para tu hijo, de modo que puedas hacerte una idea de la cultura de la escuela y del entorno de aprendizaje.

  1. ¿Satisface la escuela mis necesidades básicas?

    Aunque puede resultar tentador decantarse por una escuela que encabeza la lista de todos, asegúrate primero que satisface tus necesidades prácticas. Por ejemplo, si tienes que estar en el trabajo a las 8:30 y la escuela empieza a las 9:00 (sin servicio de guardería a primera hora de la mañana), este puede ser un factor decisivo. Del mismo modo, si no hay servicio de autobús y la escuela está a 10 millas, puede que no sea una buena opción para tu familia. Por último, si te resulta difícil o imposible enviar a tu hijo a la escuela con almuerzo, pregunta si la escuela lo proporciona y cuánto cuesta (todas las escuelas públicas ofrecen almuerzo gratuito a las familias que cumplen los requisitos).

  2. ¿Cuál es la proporción de estudiantes por maestro?

    Al evaluar una escuela, es importante tener en cuenta cuánta atención individual recibirá tu hijo. Para esto, averigua el tamaño de las clases y si cuentan con un ayudante de maestro o padres voluntarios. De kínder a tercer grado, una proporción estudiante-maestro superior a 22:1 es grande. A partir de cuarto grado, desde 30 estudiantes, sin un ayudante de tiempo completo, es mucho para un maestro (hay que tener en cuenta que, si bien las investigaciones han confirmado los beneficios de las clases pequeñas en el tercer grado y niveles inferiores, no hay pruebas empíricas de que las clases numerosas en los grados superiores afecten el aprendizaje de los niños).

    Hay que tener cuidado con la proporción de estudiantes por maestro. ¿Por qué? Porque muchas escuelas cuentan al personal (como los bibliotecarios) como maestros, reduciendo así el número de estudiantes por maestro, mientras que las clases pueden estar muy llenas y los maestros sobrecargados. Por ejemplo, si te dicen que la proporción estudiante-maestro es de 15:1 y luego ves que hay un maestro en una clase de 35 estudiantes, vale la pena preguntar por la disparidad.

    Pregunta también qué tipo de servicios de tutoría o especialistas en aprendizaje ofrece la escuela. ¿Ofrecen tutorías adicionales en grupos reducidos, en las que un estudiante recibe instrucción especial durante el horario escolar? ¿Ofrecen los maestros o el resto del personal clases particulares después de la escuela o a la hora de comer?

  3. ¿Cómo se tratan los problemas de comportamiento?

    Aunque puede resultar incómodo hacer algunas de estas preguntas y puede que no te conviertan en el padre más popular de la visita, es importante obtener estas respuestas para comprender el clima disciplinario de la escuela.

    Todas las escuelas deberían tener una política disciplinaria articulada. ¿Es estricta o laxa? ¿Tienen un enfoque más punitivo, como sancionar a los niños con deméritos y suspenderlos a la larga? ¿O se adhieren a la “disciplina positiva”, por ejemplo, primero con una advertencia y luego una consecuencia, como perderse el recreo? Mejor aún, ¿la escuela ha aplicado prácticas de justicia reparadora, que pueden ayudar a los estudiantes a aprender a resolver sus diferencias de forma pacífica? Y si estás en un estado que lo permite, ¿utiliza la escuela el castigo corporal? En caso afirmativo, ¿para qué? ¿puedes optar por que tu hijo no lo reciba? Las políticas disciplinarias varían mucho. Lo importante es que te sientas cómodo con el enfoque de la escuela.

    ¿Cuáles son las estadísticas disciplinarias de la escuela? (Legalmente, las escuelas deben registrar y comunicar al Estado las estadísticas disciplinarias básicas, como suspensiones e incidentes de violencia). Asegúrate también de preguntar por su política contra el acoso escolar. ¿Ha recibido el personal alguna formación contra el acoso escolar?

  4. ¿Qué distingue a esta escuela primaria de las demás?

    Muchas escuelas (públicas y privadas) se centran en aspectos especiales, como las artes, un programa de inmersión lingüística, la tecnología o las ciencias. Hazte una idea clara de su compromiso con este enfoque y de si encaja con los intereses, los puntos fuertes y la personalidad de tu hijo. Si la escuela no tiene una filosofía pedagógica o un tema curricular, pregunta de qué se sienten más orgullosos. ¿La participación de los padres, su espacioso jardín, su programa de arte con visitas semanales de un educador del museo? ¿Tiene la escuela una biblioteca bien surtida o un laboratorio informático? Aprender sobre algunas de las características especiales te dará una buena idea de la identidad y los valores de las escuelas.

  5. ¿Cuánta tarea dejan?

    Aunque la mayoría de los niños de kínder no tienen muchas tareas, averigua cuánta tarea les dejan en los grados superiores. Una regla general es dar a los niños unos 10 minutos por noche y por grado, así como también lectura nocturna. En algunas escuelas primarias solo se exige la lectura nocturna. Pregunta si se dejan tareas los fines de semana, los asuetos y las vacaciones, o si varían mucho de un maestro a otro. (Esta variación puede ser una señal de alarma de que los maestros no coinciden en su filosofía de enseñanza). Si tu hijo asiste al programa extracurricular, pregunta si el programa les ayuda a los niños con las tareas y si hay una plaza para tu hijo. También pregunta si suele haber una larga lista de espera.

  6. ¿Cómo apoyan a los niños con diferentes estilos y necesidades de aprendizaje?

    Dependiendo de tu hijo, puedes buscar respuestas diferentes a esta pregunta. Si tu hijo está por encima del nivel de grado, querrás una escuela donde los maestros adapten las tareas para los estudiantes adelantados, o que tengan programas especiales más exigentes. Si tienes un hijo con dificultades de aprendizaje, querrás que la escuela cuente con especialistas en aprendizaje y programas especiales con experiencia en el área de dificultad de tu hijo. ¿Integra la escuela a los niños con dificultades de aprendizaje en las aulas generales? ¿O tiene clases separadas para niños con necesidades especiales? Sean cuales sean las necesidades de tu hijo, busca una escuela con los recursos y la experiencia necesaria para niños como el tuyo. De lo contrario, tu hijo puede tener dificultades para recibir la educación que necesita.

  7. ¿Qué actividades extracurriculares hay disponibles?

    Si tu hijo necesita atención extracurricular, averigua qué clases, deportes o actividades específicas se ofrecen. ¿Ofrecen cursos de arte, música, teatro, ciencias, club de ajedrez o juegos libres? ¿Qué tipo de deportes ofrecen? ¿Proporcionan transporte para los entrenamientos y partidos? ¿Cuáles son los requisitos para jugar en un equipo? De nuevo, averigua si hay tiempo para hacer las tareas y si hay algún tipo de apoyo para hacerlas. Además, pregunta si suele haber plazas en estos programas para todos los niños o si hay una larga lista de espera.

  8. ¿Cómo es el entorno?

    Si tienes un hijo que necesita mucho espacio para correr y jugar durante el recreo y la educación física, merece la pena que te fijes en el espacio disponible en el interior o en el exterior. Fíjate también en elementos como el jardín escolar o el auditorio. ¿Cómo son las aulas? ¿Se sientan los niños en una distribución más formal, con el maestro delante y los estudiantes sentados en pupitres individuales? ¿O se sientan en grandes mesas en grupos?

    Por último, ten en cuenta la seguridad al examinar la distribución física de la escuela. ¿Están vigiladas las entradas y salidas para que los niños puedan salir y los extraños no puedan entrar? ¿Existe una política estricta de registro de entradas y salidas?

  9. ¿Cómo se apoya a los maestros y se les exige que mantengan un alto nivel?

    Comprender la cultura profesional de una escuela puede resultar difícil, pero merece la pena preguntarse si los maestros colaboran y tienen una visión y unos objetivos comunes para sus estudiantes. ¿Colaboran los maestros del mismo grado en un plan de estudios, de modo que se pueda esperar que cubran el mismo material y den la misma cantidad de tarea? ¿Se reúnen periódicamente para hablar de proyectos, técnicas de enseñanza y estudiantes concretos? Una “comunidad profesional docente” es un proceso en el que los maestros se reúnen periódicamente para hablar de sus retos docentes (las investigaciones sugieren que las comunidades profesionales docentes mejoran la eficacia docente y la moral).

  10. ¿Cuáles son las expectativas de la escuela primaria para sus estudiantes?

    Busca las calificaciones de crecimiento, equidad y resultados de los exámenes de la escuela en ӣƵ y lee los comentarios de los padres antes de ir a visitarla. Si la escuela no tiene un alto índice de crecimiento, equidad o resultados en los exámenes, pregunta por qué. Las respuestas pueden ser esclarecedoras y pueden ayudarte a comprender las prioridades de la escuela. Por ejemplo, una escuela primaria que es un imán para los estudiantes que están aprendiendo inglés puede obtener resultados más bajos en las pruebas estandarizadas, porque los niños son evaluados como si supieran inglés con fluidez. Ten en cuenta que las puntuaciones de crecimiento son la mejor manera de comprender el valor añadido de la escuela. Una escuela con un alto porcentaje de niños con dificultades de aprendizaje también puede acabar generando puntuaciones más bajas. Hay dos factores que pueden ayudar a resolver estos enigmas: en primer lugar, comprueba si las puntuaciones suben o bajan. En segundo lugar, fíjate en los resultados de los niños que coinciden con el perfil demográfico de tu hijo. Es muy útil consultar el puntaje de la escuela a nivel de subgrupo.