Ver que tu hijo tiene problemas para leer (o peor, escucharlo decir que no le gusta leer) puede ser doloroso. Para ayudarlo, el primer paso es determinar el motivo de la reticencia y/o dificultad. ¿Es porque tu hijo no puede leer, puede leer pero no quiere, o puede leer pero no encuentra nada interesante? Incluso dar con esta primera respuesta puede ser difícil. A continuación, te brindamos algunos consejos para ayudarte a dar los primeros pasos.
10 ideas para ayudar a tu lector reacio y con dificultades:
- En primer lugar, mantén un tono positivo. Recuerda brindarle apoyo y elogios positivos a tu hijo – sobre todo por atreverse a intentarlo.
- Pregúntale a tu hijo por qué ya no está leyendo. La conversación podría ser reveladora.
- Recuerda la importancia de leer en voz alta. Puede que tu hijo extrañe leer contigo. Recuperar el hábito de leer juntos en voz alta podría ayudar a tu hijo a reconectarse con la lectura. Además, las investigaciones demuestran que leerle en voz alta a tu hijo, incluso mucho después de que aprenda a leer por sí mismo, lo ayuda a desarrollar vocabulario, conocimiento y comprensión.
- Considera empezar desde lo más básico del proceso de lectura para determinar cuáles son las habilidades de tu hijo que requieren práctica. Comienza con el reconocimiento de las letras y los sonidos de las mismas, y continúa con los sonidos iniciales, la combinación de sonidos para formar palabras, la identificación de palabras por el sonido individual de sus letras, las rimas y la lectura en voz alta.
- Intenta determinar dónde se encuentran los problemas de lectura. ¿Tiene tu hijo problemas con el vocabulario, la comprensión o la fluidez? Trabaja en esas áreas.
- ¿Necesita tu hijo un examen oftalmológico?
- Ayuda a tu hijo a encontrar libros que sean interesantes para él. Bien sea que le encanten los dinosaurios, las bromas o los misterios, hay libros adecuados para la edad y etapa de tu hijo que pueden ayudar a motivarlo.
- Jueguen algunos juegos de mesa relacionados con la lectura como Scrabble, Scrabble Jr. y Upwords; y juegos sencillos como Memory (Memoria), Go Fish (Ve a Pescar) y Tic-Tac-Toe (Tres en raya) que usen letras en lugar de imágenes. Estos juegos son divertidos y pueden ayudar a los niños a practicar habilidades mientras juegan.
- Pídele a tu hijo que haga actividades cotidianas que involucren la lectura. Esto incluye leer recetas, escribir la lista de compras y buscar un número de teléfono.
- Cuando encuentres una historia que le guste a tu hijo, da el siguiente paso. Este puede ser cualquiera de los siguientes: leer en voz alta y darles voces peculiares a los personajes; hacer dibujos de los personajes y explicar qué están haciendo; hablar de los personajes en la vida real y hacerle preguntas a tu hijo, por ejemplo: “¿Qué crees que haría Mr. Wolf en este momento?”.
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