Durante la escuela primaria, los maestros se concentran en las habilidades básicas de lectura: enseñarles a los estudiantes a leer de manera que puedan comenzar a aprender a través de la lectura. A partir de la escuela intermedia, a medida que el contenido de las lecciones se torna más complejo, los maestros dejan de dedicar tiempo a la enseñanza de las habilidades de lectura. Se espera que los estudiantes posean habilidades de lectura más sofisticadas, tales como leer con propósitos de velocidad y comprensión, y ser capaces de analizar lo leído.

Sin embargo, muchos estudiantes presentan dificultades con la lectura durante las etapas avanzadas de la escuela intermedia. De acuerdo con la (enlace en inglés), más de dos tercios de los estudiantes de octavo grado poseen habilidades de lectura que se encuentran por debajo del nivel del grado en cuestión, y la mitad de esos estudiantes califica por debajo del nivel más bajo. Alrededor de 6 millones de estudiantes de escuela intermedia y secundaria son clasificados como estudiantes con problemas de lectura. Es probable que a esos estudiantes les resulte complicado entender las asignaturas que están estudiando. Sin las habilidades de lectura rudimentarias, muchos de ellos corren un alto riesgo de abandonar los estudios. En respuesta a este problema, algunos administradores de escuelas intermedias y secundarias han incorporado actividades extracurriculares como clases particulares, preparación en lectoescritura y enseñanza de habilidades de lectura para maestros.

La lectura en la escuela intermedia

En las lecciones de la escuela intermedia, los textos de ciencias, estudios sociales e inglés poseen su propio vocabulario y estructura en particular. Los estudiantes pasan de responder preguntas sencillas sobre el contenido y argumento del texto leído a recolectar y analizar información de textos más largos y complejos. Cada asignatura requiere de su propio conjunto de habilidades de lectoescritura.

En las clases de ciencia, los estudiantes deben aprender cómo leer y escribir reportes de laboratorio, mientras que en las clases de historia deben interpretar documentos históricos y entender información biográfica.

En la clase de inglés, pasan de entender la historia en la escuela intermedia a entender la visión del autor en la escuela secundaria. “Un estudiante de noveno grado podría leer Romeo y Julieta y aprender sobre la misma como una historia de amor. En años posteriores, podría analizar la visión de Shakespeare sobre el amor y cómo difiere de otros escritores”, señala Lance Balla, un maestro de inglés de escuela secundaria en Bellevue, Washington, y asesor del Educational Testing Service y el College Board. “Podrían percibir cómo dos libros distintos abordan un mismo concepto. Por ejemplo, podrían comparar la idea de justicia en Crimen y Castigo con la descrita en Hamlet”.

En grados superiores, las habilidades de lectoescritura y el conocimiento se entrelazan. Los estudiantes deben desarrollar una escritura sofisticada y habilidades de lectura durante el proceso, con el propósito de entender a cabalidad el contenido de los cursos. Por ejemplo, deben aprender cómo interpretar datos mostrados en tablas y diagramas. Deben ser capaces de predecir lo que podrían aprender de un determinado texto y relacionarlo con lo que han leído anteriormente.

Incentiva a tu hijo a seguir expandiendo su vocabulario y a mantener un diccionario, tesauro o enciclopedia a la mano. Ayúdale a involucrarse con el texto mostrándole cómo tomar buenos apuntes y resumir las ideas principales. Además, si sospechas que tu estudiante de escuela intermedia tiene dificultades con la lectura, busca ayuda de un maestro u orientador y descubre qué tipo de apoyo le ofrece tu escuela o comunidad a los estudiantes con problemas de lectura.

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