Los niños que se ponen ansiosos con el pensamiento de un examen con frecuencia se sienten convencidos de que van a fracasar. La ansiedad por los exámenes ocurre por muchos motivos, tales como falta de preparación, miedo a defraudar a los maestros o padres, o baja confianza en sí mismos. Afortunadamente, hay muchas cosas que los padres pueden hacer para ayudar a reducir el estrés por los exámenes.
Ayuda a tu hijo a sentirse preparado
Si el examen es sobre una materia aprendida en clase, ayuda a tu hijo a estudiar un poco cada día, utilizando diferentes métodos. Estos puede incluir hacer tarjetas, escribiendo y reescribiendo palabras clave, hacer un examen “simulado”, o incluso haciendo que te enseñe la materia a estudiar.
Enséñale lo siguiente, llamándolo Normas A-B-C-D para los exámenes:
- Lee siempre las instrucciones dos veces.
- Inspira y expira 5 veces para relajarte.
- Lee con detenimiento las preguntas y responde las fáciles primero.
- No entregues el examen hasta que hayas revisado muy bien tu trabajo.
Escribiendo las preocupaciones
Hay un ejercicio fácil para ayudar a los niños a enfocarse en el examen, en lugar de hacerlo en sus preocupaciones. En la mañana del examen, pídele a tu hijo que se tome unos minutos para escribir en un papel todo lo que está en su cabeza. No tiene que ser acerca del examen. El punto es plasmar todos sus pensamientos y preocupaciones en ese pedazo de papel. La investigación muestra que esto alivia la memoria de trabajo de la mente. Hace espacio en la memoria de trabajo de la mente, de modo que el estudiante pueda dedicar todos sus recursos cognitivos al examen, no a controlar o suprimir sus preocupaciones.
Dibuja un mapa
Otra cosa que puedes hacer es sugerirle a tu hijo que dibuje lo que se llama un mapa de autoconcepto. Básicamente, tomas un pedazo de papel, dibujas un círculo en la mitad y eso eres tú — puedes escribir “yo” en medio — y luego dibuja líneas que salgan de ese círculo, tanto como sea posible, y simplemente etiqueta cada una con un rol que el niño juegue. Como:‘Soy un jugador de fútbol’, ‘soy un hijo’, ‘soy un amigo’, ‘soy un artista’. El punto es mostrar a los niños que el examen no es todo lo que ellos son. Con demasiada frecuencia, los exámenes parecen desproporcionadamente importantes. Cuando los niños se recuerdan a sí mismos que son muchas otras cosas aparte de un estudiante, esto los ayuda a sentirse menos nerviosos.
Después del examen
Elogia a tu hijo por su esfuerzo y ayúdalo a celebrar con una actividad especial, tal como ir a caminar o jugar un juego juntos. No pongas demasiado énfasis en su nota y no te unas a su ansiedad si él se siente molesto. En su lugar, cuando el examen llegue a casa, aborda el mismo con calma, revisando errores y hablando sobre formas para mejorar la próxima vez.
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