¿Se está preparando para que evalúen a su hijo para determinar si tiene un trastorno por déficit de atención con hiperactividad o por sus siglas TDAH (en inglés, Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder o por sus siglas AD/HD)? Si es así, debe tener en cuenta que en la actualidad no existe ninguna prueba médica para diagnosticar este trastorno. Gran parte de la evaluación de su hijo se basará en la información que provea usted, su cónyuge, los proveedores de atención médica y los maestros. Se le harán preguntas específicas sobre la salud, el comportamiento y el rendimiento escolar de su hijo. Sus respuestas serán de gran ayuda para que el médico llegue al diagnóstico correcto.

Para prepararse para la evaluación, forme una visión holística (completa) de su hijo. El TDAH puede causar un comportamiento que lo haga parecer distraído, impulsivo o hiperactivo, o cualquier combinación de estas tres características. Pero existen muchos otros trastornos y situaciones que pueden provocar un comportamiento que “parezca” un TDAH. Si presenta una visión holística de su hijo, el médico podrá identificar otros problemas distintos del TDAH. A continuación encontrará algunos factores en los que podrá pensar antes de ver al doctor.

Salud general

  • ¿Su hijo consume alimentos saludables que sustentan su cuerpo en crecimiento? ¿Toma un buen desayuno antes de irse a la escuela? Por lo general, los niños prestan más atención si están bien alimentados y si sus niveles de energía no varían demasiado durante el día. 
  • ¿Podría tener problemas de salud que afecten su atención o su comportamiento? Por ejemplo, los problemas de audición y de visión no resueltos, podrían impedir que le responda a usted o a su maestra, y parecer distraído. 
  • Si su hijo toma algún medicamento, asegúrese de conocer todos los efectos secundarios posibles. Ciertos medicamentos pueden hacer que una persona se sienta somnolienta, mareada o nerviosa. Entonces su comportamiento puede hacerlo parecer distraído, impulsivo o hiperactivo. Ésto se aplica tanto a los medicamentos de venta bajo receta como a los de venta libre.

Hábitos relacionados con el sueño

Un niño extremadamente cansado puede tener problemas para mantenerse despierto y concentrado. Hágase estas preguntas:

  • ¿Su hijo duerme bien? 
  • ¿Cuántas horas duerme generalmente por noche? Para la mayoría de los niños se considera que es saludable dormir entre 8 y 11 horas. 
  • ¿Padece insomnio? 
  • ¿Se despierta con frecuencia por tener pesadillas o por orinarse en la cama? 
  • ¿Hay muchos ruidos (música, televisión) en su casa durante la noche? 
  • ¿Lo mantienen despierto los ruidos externos, tales como los del tráfico o perros que ladran?

Ambiente familiar

  • ¿Su familia sigue una rutina regular en el hogar? ¿Las comidas, las sesiones de tareas y la hora de irse a dormir, ocurren a las mismas horas todos los días? Muchos niños se sienten seguros y pueden concentrarse mejor cuando saben qué esperar. 
  • ¿Su hijo tiene un espacio tranquilo y organizado en su casa, para leer y hacer las tareas escolares? El desorden y el ruido pueden dificultar la concentración.

Su cultura

¿Su hijo proviene de una cultura diferente a la de su maestra y del resto de sus compañeros de clase? De ser así, y si su maestra expresó preocupación por su comportamiento, es posible que quiera ayudarle a comprender las actitudes y conductas aceptadas dentro de su cultura.

Estado de ánimo y emociones

¿Su hijo parece preocuparse más que otros niños de su misma edad? ¿Tiene “hábitos nerviosos”, tales como comerse las uñas? O, ¿notó que parece extrañamente triste, enojado o solitario?

Si en su hogar existe un ambiente de gran estrés, es posible que eso influya en las emociones de su hijo. El estrés puede surgir de un divorcio, un nuevo matrimonio, un recién nacido, una pelea o la muerte de un familiar.

¿Su hijo se queja con frecuencia acerca de la escuela, de su maestra o de sus compañeros de clase? O ¿se niega a hablarle sobre la escuela? En cualquiera de estos casos, podría sentirse estresado a causa de personas y situaciones que se presenten en la escuela.

Rendimiento escolar

¿La maestra de su hijo le informó sobre problemas de conducta, de rendimiento o de atención en clase? De ser así, pídale una reunión para:

  • Ver cómo está organizada la sala de clases. Si su hijo tiene problemas de visión o de audición, ¿se sienta demasiado lejos de la pizarra y de la maestra, o cerca de un calefactor ruidoso? ¿Hasta qué punto los muebles del aula se “adaptan” a sus necesidades? ¿Puede mejorarse? 
  • Pregunte cuál es el rendimiento de su hijo en comparación con el de otros niños de su edad. Si a la maestra le preocupa que su hijo se esté quedando atrás, podría hablar sobre la posibilidad de una discapacidad de aprendizaje, o por sus siglas DA (en inglés, Learning Disabilities o LD). Las discapacidades de aprendizaje pueden existir con o sin TDAH. En general, para evaluar la presencia de un TDAH en un niño, el maestro trabaja junto con los padres y el doctor.

Sea un experto sobre su hijo

Al considerar los factores descritos más arriba, puede descubrir algunos problemas específicos. ¿Qué medidas podría tomar para cada problema? A continuación, le proporcionamos algunas alternativas:

  • Cambie el ambiente o la rutina. 
  • Trabaje junto a la maestra y a otros profesionales de la escuela que pueden ayudar a su hijo. 
  • Hable con el doctor de su hijo y con otros profesionales.

Cualquier información que comparta con el doctor, le ayudará a determinar si la raíz del problema es el TDAH o quizás otra afección. Mientras busca ayuda para su hijo, recuerde que su opinión es de gran valor para todos los profesionales que consulte.