Los estudiantes de preescolar necesitan aprender algo que los adultos damos por sentado: lo que usamos al hablar se llaman palabras, y esas palabras pueden ser escritas usando letras que representan los sonidos que escuchamos. En su nivel más básico, la escritura es un código que comunica información a través de símbolos. En español e inglés, esos símbolos son el alfabeto, conocido de manera más coloquial como el “abecedario”. Sin embargo, la escritura implica más que simplemente aprender a escribir el abecedario. Las habilidades de escritura en preescolar consisten en desarrollar las habilidades de preescritura hablando, escuchando, leyendo en voz alta, dibujando y mucho más.

Escribiendo letras

Las primeras letras que la mayoría de niños aprenden a escribir son las de su nombre. El objetivo es escribir estas letras con cuidado, dejando espacios de manera que no estén demasiado juntas ni demasiado separadas, como A N Y A. Esto puede ser complicado, y el objetivo no es hacerlo a la perfección. En lugar de ello, asegúrate de que sea divertido.

Las letras magnéticas, los libros del abecedario y los bloques con letras son útiles habituales en los centros preescolares prestigiosos y es bueno tenerlos en casa. Sin embargo, nada se compara a una hoja de papel y unos cuántos lápices de colores. Procura que el papel no tenga líneas, solo se necesita una hoja amplia y en blanco donde los niños tengan suficiente espacio para escribir con libertad y así evitar la frustración. Los adultos pueden ayudar a los niños a aprender a asociar las letras que ven con los sonidos que estas producen, señalándoles letras que los niños tengan que identificar. También puedes señalar palabras cortas, pero a esta edad es mejor concentrarse en los sonidos iniciales de las palabras, de esta manera: “¿Con qué letra comienza la palabra burro? ¿Y bebé? Aquí tienes una pista: b-b-b-bebé. Escribamos una lista de palabras que comiencen con el sonido ‘b’. ¿Listo para b-b-b-buscar?”.

Es el momento ideal para practicar con la canción del alfabeto (usando la melodía de Mozart, que tu hijo podría reconocer de Estrellita, ¿dónde estás?). Tu estudiante de preescolar no necesita conocer todas las letras aún (de hecho, oficialmente no las necesita hasta primer grado). Es mejor que tu hijo desarrolle amor por cantar y combinar el abecedario que comience a odiar las letras cuando, a nivel de desarrollo, podría aún no ser capaz de recordarlas.

¿Qué dice la señal?

“¡Pare! ¡Es una señal de pare!”. Hay oportunidades en la vida cotidiana para que los niños de 3 y 4 años vean lo útil que la escritura puede ser para los adultos. Los menús de los restaurantes ofrecen distintas opciones como macarrones con queso y tiras de pollo; los mensajes de texto anuncian la hora de llegada de la abuela. Sin embargo, la escritura no es solo útil para los adultos. Tu hijo puede aprender a reconocer su nombre en objetos y entender que no solo se trata de lo que dice, sino de lo que significa. Por ejemplo, mi chaqueta del Hombre Araña tiene mi nombre. Aunque se parece a la de Alex, no es suya. Es mía.

¡Léelo otra vez, mamá!

Una de las muchas razones para convertir la lectura en voz alta en un hábito es que ayuda a tu hijo a entender que las palabras de una página se relacionan con las imágenes, y que estos elementos conforman la historia que está escuchando. Las cosas más básicas son nuevas para los estudiantes de preescolar, así que es útil explicarles que las letras de la página se orientan de izquierda a derecha. Hasta que no entienda este detalle, es posible que el pequeño Max escriba su nombre, con todo el orgullo del mundo, como Amx.

Señala las palabras sensacionales, como tren y ñ𳦲, cuando veas la palabra y la imagen en una misma página. Esto ayuda a tu hijo a asociar las palabras con objetos conocidos, y podría comenzar a reconocer estas palabras cada vez que las vea. Es una habilidad previa a la lectura, pero será útil cuando tu hijo comience a intentar escribir letras, como la T de tren. Además, mientras estás leyendo, hazle preguntas para ayudarlo a practicar cómo prestar atención. Por ejemplo, “¿cómo se llama el pueblo cercano a la guarida del Grinch?” o “¿puedes nombrar a todos los animales de Big Red Barn?”. Relacionado: Los mejores libros para leerle a tu hijo de preescolar.

¿Quién? ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? ¿Cómo?

Puede que, en ocasiones, tu estudiante de preescolar haga demasiadas preguntas, pero intenta incentivarlo a que siga así, pues hacer preguntas promueve las habilidades verbales y la curiosidad del niño, dos factores que contribuirán a su aprendizaje. Intenta ayudar a tu hijo a aprenderse estas seis preguntas. Lo ayudarán a aprender a hacer preguntas específicas (una habilidad fundamental para personas de todas las edades).

¿Qué opinas, Tarek?

Expresar un punto de vista promueve las habilidades de razonamiento que producen una buena escritura. En un buen preescolar, los maestros les pedirán a los niños que compartan sus ideas y sentimientos para incentivar el uso de nuevas palabras, aprender sobre lógica, ética y expandir la imaginación. Es algo que los padres también deberían hacer en el hogar. Los temas pueden ser reales o ficticios, tales como: “¿Crees que te pareces al tren de La pequeña locomotora que sí pudo?”. “¿Te gustaría que hubiera un tiranosaurio en el parque?”. “¿Te gustaría que tu hermano actuara como El Conejo Fugitivo?”. Y tal como lo hace tu niño de 3 años, sigue cada respuesta con un “¿por qué?”.

¡Habla de ello!

Participar en conversaciones y discusiones grupales impulsa las habilidades de pensamiento y la expresión oral. ¿Cómo es en el preescolar? Incluso los niños más pequeños comienzan a aprender a escuchar, formar opiniones y compartir lo que piensan en discusiones apropiadas para la edad, tales como: “¿Cuántas fresas deberíamos meter en nuestra boca a la vez?” y “¿es seguro o peligroso subir por la parte resbaladiza del tobogán?”.

Contando historias

La habilidad narrativa, crucial en la escritura, comienza a desarrollarse cuando los niños cuentan historias. Los niños pueden imaginar cosas de la nada o hacer un dibujo y contarte una historia sobre el mismo. Pídele a tu hijo que le ponga un título a los dibujos/historias, como “ESQUÍO MUY RÁPIDO”. Tu hijo puede dictártelo o intentar escribir su propia versión, ¡incluso si se ve así: Sskio RpdO!

Incentiva los esfuerzos de tu hijo, y emociónate si la historia es coherente, cronológicamente organizada, incluye detalles o descripciones o se cuenta de forma clara y con un tono de voz adecuado. Todos estos elementos narrativos suponen un reto, así que felicita a tu hijo de preescolar por intentarlo.

Desarrollando las habilidades motoras para escribir

Escribir a mano requiere de fuerza y agilidad en los dedos. Actividades divertidas como esculpir con arcilla o plastilina, pintar con los dedos y cortar con tijeras prepara los pequeños dedos del niño para el desafío que supone la escritura. Otras actividades como usar pinzas para pasar Cheerios de un tazón a otro desarrolla las habilidades motoras básicas y la coordinación necesarias para escribir. Al aire libre, el emocionante ejercicio de capturar insectos también es útil.

Alrededor de los 3, 4 o 5 años, los estudiantes de preescolar suelen dejar de agarrar los lápices de colores y la tiza con la mano cerrada en forma de puño, e intentan sujetarlos como un adulto para escribir. Sin embargo, no esperes letras y palabras de inmediato, tu hijo hará garabatos, líneas, círculos y símbolos como +, X. Descubrirá si es diestro o zurdo, y aprenderá que la escritura, tanto en inglés como en español, se orienta de izquierda a derecha. Si insiste en hacerlo en sentido contrario, dile que cuando crezca podrá estudiar hebreo o árabe.