Durante d茅cadas, Oak Park, Illinois, se ha enorgullecido de ser una comunidad altamente multirracial. Cuando muchos vecindarios de la ciudad colindante, Chicago, comenzaron a cambiar r谩pidamente a causa de la 鈥渇uga blanca鈥�, a partir de la d茅cada de 1970, Oak Park luch贸 fervientemente por la integraci贸n y la estabilidad, acogiendo a familias afroamericanas y al mismo tiempo convenciendo a las familias blancas de quedarse. Oak Park se convirti贸 en el tipo de lugar donde la Primera Iglesia Unificada de Oak Park decidi贸 este a帽o dejar de lado la preponderancia blanca durante la Cuaresma (los 40 d铆as de ayuno y oraci贸n antes de la Pascua), eliminando toda la liturgia y la m煤sica creada por personas blancas de los servicios.
Sin embargo, eliminar la preponderancia blanca no se logr贸 del todo en una escuela local de Montessori, donde el hijo de Sonya Anderson, una residente afroamericana de Oak Park, estudia. 鈥淭engo un hijo de 10 a帽os que nunca ha tenido un maestro afroamericano鈥�, dijo Anderson, quien se siente preocupada ya que su hijo est谩 creciendo. 鈥淎hora mi hijo es mucho m谩s consciente que cuando era peque帽o, y no quiero que sea el 煤nico estudiante afroamericano鈥�. Por lo tanto, est谩 reconsiderando si deber铆a dejar a su hijo en una escuela donde hay pocos estudiantes afroamericanos y donde nunca ha tenido un maestro afroamericano.
La importancia de tener maestros que reflejen las identidades de los estudiantes no es algo nuevo. Durante mucho tiempo ha habido preocupaci贸n en los c铆rculos educativos por la escasez de maestros de primaria varones y la escasez de maestras de matem谩ticas y ciencias en las clases avanzadas de la escuela secundaria. Otra investigaci贸n ha analizado la influencia de la raza de los maestros, incluidos los maestros hispanos e ind铆genas y los maestros de color en general. Pero la investigaci贸n sobre la importancia de los educadores afroamericanos o negros es la m谩s concluyente.
Los maestros afroamericanos son importantes para los ni帽os afroamericanos. Un (enlace en ingl茅s) ha demostrado que los ni帽os afroamericanos que tienen al menos un maestro afroamericano entre tercero y quinto grado tienen un 29 por ciento menos probabilidades de abandonar los estudios y un 13 por ciento m谩s de probabilidades de ir a la universidad que otros ni帽os del mismo grupo racial. Si hay dos maestros afroamericanos en esos primeros a帽os, los ni帽os tienen un 32 por ciento m谩s de probabilidades de ir a la universidad.
Esta investigaci贸n se fundament贸 en los hallazgos de un (enlace en ingl茅s) que descubri贸 que los estudiantes afroamericanos con maestros afroamericanos en la escuela primaria demostraban un desempe帽o considerablemente superior en matem谩ticas.
Un (enlace en ingl茅s) se帽al贸 que en todos los niveles acad茅micos, cuando tanto maestros como estudiantes son afroamericanos, hay menos suspensiones y expulsiones de las que habr铆a en caso contrario, y que es razonable pensar que la actitud del maestro es al menos parcialmente responsable de esa diferencia. (enlace en ingl茅s) mostr贸 que, en la escuela secundaria, los maestros afroamericanos o negros son notablemente m谩s propensos que los maestros blancos a asumir que los estudiantes afroamericanos o negros podr铆an asistir a la universidad. Por 煤ltimo, el impacto de la diversidad de los maestros no se limita a los ni帽os de color. Los investigadores Alice Quiocho y Francisco Rios argumentan que tener maestros de color puede beneficiar a los estudiantes blancos ya que los expone a nuevas perspectivas que se oponen a las suposiciones raciales, y les ofrece modelos a seguir que desaf铆an los estereotipos racistas.
Sin embargo, la mayor铆a de maestros en Estados Unidos sigue siendo blancos. Estos conforman el 79 por ciento de maestros en las escuelas p煤blicas del pa铆s, de acuerdo a un , (enlace en ingl茅s) mientras que los maestros de las escuelas estatales p煤blicas tienen 27 por ciento m谩s probabilidades de ser blancos en contraste con sus estudiantes. Tan solo el 6,5 por ciento de maestros en las escuelas p煤blicas tradicionales son afroamericanos o negros, y muy pocos, sobre todo en los primeros grados, son hombres.
Los padres est谩n alzando la voz para exigir diversidad entre los maestros. Una (enlace en ingl茅s), por ejemplo, descubri贸 que la gente opina que el mayor cambio que podr铆a hacerse en las escuelas de la ciudad es 鈥渁umentar la contrataci贸n y salarios de maestros y personal diverso鈥�. Los sistemas escolares tambi茅n est谩n recibiendo el mensaje, con iniciativas que buscan promover la contrataci贸n de maestros afroamericanos (sobre todo hombres) en , , , , y (enlaces en ingl茅s), solo por nombrar algunas ciudades.
Sin embargo, atraer a m谩s hombres afroamericanos al aula de clases resulta cada vez m谩s dif铆cil. En Chicago, Janelle Lewis, directora de liderazgo y aprendizaje en Teach For America, se帽ala que en los 煤ltimos tres a帽os, de los 200 maestros de primero y segundo grado con los que ha trabajado anualmente, apenas tres cuartos han sido personas de color, y muy pocos han sido hombres afroamericanos. 鈥淟a docencia a煤n es vista como un trabajo para mujeres鈥�, explica. 鈥淵 los hombres opinan que el salario no es bueno鈥�.
Robert Hendricks, fundador de (enlace en ingl茅s) en Boston, una organizaci贸n sin fines de lucro dedicada a aumentar el n煤mero de maestros afroamericanos de sexo masculino, se帽ala que el mensaje que recibe de las escuelas que desean contratar a hombres afroamericanos es similar: 鈥淭e necesitamos. Pero solo podemos pagarte $30.000 al a帽o鈥�.
Si los bajos salarios dificultan la contrataci贸n de hombres afroamericanos, un ambiente de trabajo alienante a menudo hace que retenerlos sea sumamente dif铆cil. Seg煤n Hendricks, cuando los hombres afroamericanos aceptan el trabajo de docente, suelen sentirse aislados por la falta de apoyo de la escuela, el reducido desarrollo profesional, la escasa confianza institucional y la tendencia de algunas escuelas de recurrir a ellos para aplicar medidas disciplinarias y no por su experiencia educativa.
Anderson, la madre de Oak Park, tambi茅n es presidenta de (enlace en ingl茅s), una organizaci贸n sin fines de lucro que colabora con otras organizaciones de servicio a los j贸venes para mejorar la calidad de vida y oportunidades de los j贸venes de la ciudad. Tan solo el 2 por ciento de maestros de las escuelas p煤blicas de Estados Unidos son hombres afroamericanos (), y Anderson est谩 trabajando para cambiar esto. Thrive dise帽贸 y dirigi贸 la Iniciativa de Docentes Masculinos de Color en tres escuelas secundarias de Chicago para promover la docencia entre los estudiantes afroamericanos y atraer a los chicos a este campo. 鈥淨ueremos incentivarlos a pensar en la docencia como una profesi贸n que es factible, 煤til y que puede impulsar a la comunidad鈥�, explica.
Si las estad铆sticas reflejan la influencia positiva que los maestros afroamericanos pueden tener en los estudiantes del mismo grupo racial, se necesitan testimonios para comunicar el da帽o y la humillaci贸n que los estudiantes afroamericanos han experimentado al toparse con maestros llenos de prejuicios y estereotipos. Cuando asist铆a a una escuela primaria p煤blica en Highland Park, M铆chigan, Bernita Bradley, directora de opiniones que representan a los padres en (enlace en ingl茅s), recuerda a una maestra blanca que la acus贸 de haber hecho trampa en una prueba de matem谩ticas porque ten铆a todas las respuestas correctas, pero no hab铆a logrado demostrar c贸mo saco los resultados. La maestra, furiosa, llam贸 a su madre e hizo que la ni帽a repitiera la prueba. Bradley volvi贸 a obtener una calificaci贸n perfecta. 鈥淟a maestra no pod铆a creerlo鈥�, recuerda. 鈥淣unca se disculp贸, y estuvo molesta conmigo durante todo el semestre鈥�.
Los maestros afroamericanos pueden evitar este tipo de incidentes. Pueden, gracias a su capacitaci贸n y antecedentes, recurrir menos a la mano dura, y tienen mayores probabilidades de ver el potencial de los estudiantes afroamericanos en lugar de enfocarse 煤nicamente en sus problemas. Sin embargo, para que estos maestros logren sacar lo mejor de los estudiantes hist贸ricamente marginados, los padres necesitan estar en contacto con cualquier maestro afroamericano que sus hijos tengan, hacer un esfuerzo por entender la cultura de la escuela respecto a la diversidad en la docencia e impulsar a las autoridades escolares a buscar de forma activa la incorporaci贸n de maestros afroamericanos. Los padres tambi茅n pueden apoyar a grupos sin fines de lucro que intentan reclutar a m谩s maestros afroamericanos y, por supuesto, instar a sus hijos e hijas a considerar dedicarse a la docencia. Puede que no haya mejor manera de mantener viva la profesi贸n que invirtiendo en ella a futuro.
Traducido por: Spanish with Style
