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    A pesar de que el consumo de cigarrillos entre los adolescentes ha disminuido desde la década de 1990, el “vapeo” — o el uso de cigarrillos electrónicos — va en aumento. reporta que más de un tercio de los estudiantes de 12.° grado fuma cigarrillos electrónicos. ¿Son los cigarrillos electrónicos menos dañinos que los cigarrillos normales? No. Un reporta que el daño que los cigarrillos electrónicos causan al ADN es tan malo como el de los cigarrillos normales. Además, el Dr. Jim Liu, cardiólogo del estado de Ohio, escribe que . Cuando los adolescentes fuman cigarrillos electrónicos, inhalan múltiples sustancias peligrosas, como el formaldehído y la acroleína (un herbicida), los cuales suponen un “riesgo para los pulmones”, escribe Stephen Broderick, cirujano de cáncer de pulmón de Johns Hopkins, en su artículo “”. Si tu adolescente asegura que no fuma cigarrillos electrónicos, pero sospechas lo contrario, puede que esté usando el “”, que consiste en sacar menos humo mediante un dispositivo de baja potencia o activando el modo discreto. Puede que no esté exhalando nada de humo, a lo que se le conoce como “vapeo cero” y es considerado como “lo último del vapeo clandestino”. ¿En conclusión? Dile y reitérale a tu adolescente que los cigarrillos electrónicos no son inofensivos.

  2. Comestibles de cannabis


    Los comestibles de cannabis — comida que contiene marihuana — son fáciles de adquirir en los donde la marihuana recreacional se vende de forma legal. El consumo entre los adolescentes va en aumento, de acuerdo a una por National Institute on Drug Abuse. Comer galletas, brownies y gomitas mezcladas con marihuana podría parecer menos dañino que fumarla, pero en realidad existe un mayor riesgo de sobredosis. Los comestibles de cannabis tardan más en hacer efecto, lo que puede llevar a que un adolescente impaciente consuma más y más al no sentir un efecto inmediato. El peligroso resultado puede ser una sobredosis con síntomas psicóticos y/o heridas accidentales. En algunos estados donde los comestibles de cannabis pueden ser adquiridos de forma legal, supervisar las dosis puede ser un poco más sencillo y confiable. Pero cuando es otro adolescente el que prepara los comestibles de cannabis, tu adolescente no puede tener la certeza de que se usó la medida correcta. Habla con tu hijo sobre los riesgos de los comestibles de cannabis – y recomiéndale encarecidamente que evite por completo el consumo de marihuana –. Los estudios indican que , disminuyendo el coeficiente intelectual 5,8 puntos antes de llegar a la adultez. El cannabis también puede causar .

  3. No dormir lo suficiente


    Los adolescentes no están durmiendo lo suficiente. Un estudio realizado por Centers for Disease Control and Prevention (CDC, por sus siglas en inglés) señala que el , con índices más altos entre estudiantes del sexo femenino, asiáticos y afroamericanos. Las consecuencias son perturbadoras. en Suecia reporta que los adolescentes que duermen menos de siete horas por noche tienen entre 40 y 50 por ciento más probabilidades de desarrollar esclerosis múltiple. también está asociada a un mayor riesgo de obtener , lesiones, accidentes de tránsito por somnolencia, ausencia de autocontrol, abuso de sustancias, y trastornos del estado de ánimo como la depresión, donde la falta grave de sueño puede causar pensamientos suicidas y un peor desempeño en la escuela. ¿Cómo pueden los padres ayudar a su adolescente a dormir lo suficiente de manera regular? El primer paso es alejarlos de sus teléfonos inteligentes por las noches. Un estudio del 2017 publicado en Journal of Youth Studies descubrió que . Otro , concluye que la falta de sueño está asociada a la depresión, a la incapacidad para enfrentar los problemas y a la baja autoestima en los adolescentes. Establece un “toque de queda digital” para tu adolescente — un tiempo establecido donde todos los dispositivos electrónicos estarán fuera de su alcance — y trabaja con él para crear un horario diario que incluya 8 horas de sueño todas las noches.

  4. Pornografía en internet

    Los adolescentes de hoy en día están expuestos a la pornografía del internet a edades más tempranas y en mayores cantidades que las generaciones pasadas. al llegar a los 17 años (y que la edad promedio en que ocurre la primera exposición es a los 12 años). En su investigación, la profesora Emily Rothman de Boston University School of Public Health descubrió que de lo que los padres creían. La mayoría de niños en el estudio de Rothman afirmó que era mediante la pornografía que habían aprendido sobre el sexo. El Dr. Wes Crenshaw, psicólogo clínico de la ciudad de Kansas, que se especializa en el desarrollo adolescente y se encuentra escribiendo un libro sobre educación sexual fundamentada en el consentimiento mutuo, afirma que los adolescentes que ven pornografía son “aprendices de alto interés”. El problema, señala, es que la pornografía suele retratar el sexo de una forma que es “androcentrista, degradante para la mujer y muy poco realista”. Esto puede resultar en adolescentes con ideas distorsionadas sobre el sexo, la intimidad, el consentimiento, la reciprocidad, los roles de género y el poder. “Estas imágenes”, explica Crenshaw, “distorsionan [para los adolescentes] lo que debería ser el sexo”. ¿Qué pueden hacer los padres para ayudar? Habla con tu adolescente e incentívalo a pensar de forma crítica sobre lo que ve y cómo este contenido se relaciona (o no) con la realidad. Además, el de Hartford Healthcare’s Behavioral Health Network, sugiere que los padres usen controles parentales para filtrar las páginas web y consideren mantener las pantallas en áreas públicas de la casa (y no permitir el uso de pantallas tras puertas cerradas).

  5. Fentanilo

    El es un opioide sintético. La versión farmacéutica solo se vende con receta médica, típicamente viene en forma de parches o pastillas, y se receta para tratar el dolor agudo. La versión ilegal se distribuye en varias formas, incluyendo líquido, polvo o pastillas. El fentanilo suele agregarse a otros drogas debido a su gran potencia — siendo 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más potente que la morfina, de acuerdo a —, lo que las vuelve incluso más adictivas y letales. El fentanilo líquido se ha encontrado en aerosoles nasales, gotas para los ojos y envuelto en papel con la forma de pequeños caramelos. El fentanilo en polvo tiene un aspecto similar al de muchas otras drogas, suele ir mezclado con otros estupefacientes como la heroína, cocaína, marihuana y metanfetamina, y se les suele dar un aspecto similar al de otras drogas (incluyendo pequeñas pastillas azules y del color del arcoíris).

    Los adolescentes pueden adquirirlo en redes sociales como Snapchat y muchos otros sitios de comercio electrónico. Su atractivo es el potente estado de euforia que produce, poniendo en peligro a los adolescentes consumidores de marihuana que buscan un mayor efecto. El fentanilo no es solo potente, barato, adictivo y fácil de conseguir, sino también mortal. En Estados Unidos, unas 150 personas mueren por día a causa del fentanilo. Las muertes ascienden con rapidez, aumentando en un 1.000 por ciento entre 2013 y 2019. , habiéndose triplicado las muertes por sobredosis entre 2019 y 2021.

    Presta atención a las . Habla con tu adolescente sobre los riesgos del fentanilo y sus denominaciones populares: Apache, Dance Fever, Friend, Jackpot, Murder 8, China Girl, Tango & Cash, Goodfellas, King Ivory, entre otros. Hazle saber a tu hijo que es imposible verla, olerla o saborearla, así que lo más seguro es evitar las drogas, las fiestas desconocidas y los nuevos “amigos” que distribuyen drogas (incluso si son “gratis”). Otra versión son las , que suelen tener un precio asequible y funcionan en tan solo 5 minutos.

  6. Trastornos alimenticios

    va en aumento entre los adolescentes, sobre todo en las chicas. Susan Gray, directora médica de Teen and Young Adult Health Center de la Universidad de Virginia, señala: “En los últimos dos años el número de pacientes que hemos ingresado al hospital con trastornos graves de alimentación se ha duplicado”. Más de la mitad de las chicas de 13 años se sienten insatisfechas con sus cuerpos — y la cifra aumenta a 78 por ciento para las chicas de 17 años, de acuerdo a —. Una de las razones principales de este pico es el uso de las redes sociales. Los adolescentes se comparan con modelos de Instagram y otras figuras inalcanzables, que les genera inseguridad nociva y problemas de imagen. Las consecuencias de los trastornos alimenticios son alarmantes. En Estados Unidos, , y hasta un 15 por ciento de mujeres jóvenes (principalmente blancas) padecen trastornos alimenticios. ¿Qué pueden hacer los padres y demás miembros de la familia? The National Eating Disorders Association cuenta con un conjunto de , repleto de consejos para identificar factores de riesgo, señales emocionales y conductuales, síntomas reveladores y cómo buscar ayuda profesional, siendo este último el mejor método para combatir los componentes mentales y emocionales de los trastornos alimenticios.

  7. Retos de TikTok

    Lo más probable es que tu hijo use TikTok, , sobre todo a su edad. Si crees que TikTok es inofensivo, tienes que entender que conlleva los mismos , incluyendo un mayor riesgo de sufrir ansiedad, depresión, acoso, trastornos alimenticios, insomnio y más. Sin embargo, un riesgo adicional son los “” que instan a los miles de millones de usuarios de la plataforma a realizar actividades arriesgadas y potencialmente autodestructivas. Claro, el reto de las cápsulas de detergente Tide que se viralizó en 2017 ya es cosa del pasado, pero desde entonces han surgido un montón de retos estúpidos y peligrosos que consisten en ahorcarte o ahorcar a los demás, prender fuego a partes de tu cuerpo, jugar con tomas de corriente, inhalar distintas sustancias y mucho más. El que causó tantas fracturas en 2021, el en 2022 (fuertemente criticado por la FDA), el que le causó la muerte a un chico de 15 años en Nueva York, mientras iba sobre el techo del tren J cuando su cabeza golpeó una viga de metal y el , el cual ha culminado en puntos de sutura y cicatrices en muchos casos. Todo esto suena estúpido, y lo es. Habla con tu adolescente sobre lo que impulsa a los adolescentes a participar en estos retos e ínstalo a ignorar estos desafíos perjudiciales e indignantes. Si crees que eso será difícil para tu adolescente, busca ayuda de un consejero o psicólogo.

  8. Ser engañado por predadores en internet

    El sitio web de videochat se promociona a sí mismo como una “excelente forma de hacer nuevos amigos”. Sin embargo, la insuficiente moderación lo convierte en un foco de perversión y crimen. Un artículo de noviembre de 2022 en Mother Jones, titulado “”, describe cómo los pedófilos usan esta plataforma y otras redes sociales para atraer y aprovecharse de los niños, exponiéndolos a pornografía, incentivándolos a involucrarse en actos sexuales e incluso conociéndolos en la vida real. Un “” es una persona que crea un perfil falso para aprovecharse de otros. Manipulan constantemente a los adolescentes hasta involucrarlos en situaciones terribles. En diciembre de 2022, en Mississippi, un estudiante de segundo año de escuela secundaria fue convencido por un catfish en Instagram de que le enviara un video sexual. Posteriormente, el impostor exigió $1.000 o le enviaría el video a todos los amigos y familiares del chico. Aterrado por esta “”, el chico se suicidó. Kidlox.com ofrece una infinidad de consejos sobre cómo proteger a tus seres queridos del catfishing. Consejos principales: supervisar la actividad de tu hijo en internet, mantén un diálogo abierto con él y hazle saber que estarás ahí para él pase lo que pase.

  9. Adicción a los videojuegos

    Un demuestra que los adolescentes pasan 1 hora y 46 minutos al día jugando videojuegos. El promedio para los chicos es de 2 horas con 19 minutos. Fortnite, League of Legends, World of Warcraft, Call of Duty y Assassin’s Creed son algunos de los . Las investigaciones han demostrado que la adicción a los videojuegos tiene relación con la depresión, la ansiedad, el TDAH y el autismo. Y si los adolescentes tienen problemas para limitar su tiempo, tanto el trabajo escolar como las horas de sueño pueden verse afectadas. ¿Qué pueden hacer los padres y demás familiares? Existen centros de tratamiento y psicólogos que pueden ofrecer , como establecer límites de tiempo para que tu hijo juegue, incentivar otras actividades (como ir de excursión con amigos) y pasar un fin de semana sin videojuegos una vez al mes.